Observar, aprender y atreverse

Algo para hacer valer mi nombre de usuario :V

Steven Universe pertenece a CN y a su respectiva autora.

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Ahí estaba el, como cada día desde que empezó el año.

La joven adulta de pelo azul tenía su mirada puesta en el objeto de sus constantes pensamientos.

Ella está en el último año de preparatoria y el en primero.

Y aún así sus horarios coincidan de maneras extrañas.

Lo veia durante el almuerzo, durante los descansos, e incluso sus clases estaban una frente a la otra.

Durante el almuerzo algunas mesas los separaban, durante el descanso eran grupos de otros estudiantes, durante las clases un pasillo, ventanas y el constante y molesto parloteo de algún/a profesor/a .

Aún así podía verlo a poca distancia cada día.

A decir verdad no sabía que era lo que había llamado su atención al principio.

Pero ahora sabía cosas a las que no podía evitar prestar toda su atención.

Su figura no muy alta, algo rellenito, de mejillas sonrojadas de tanto sonreír a todo mundo, de ojos grandes, brillantes y expresivos , cabello castaño y alborotado.

De detalles los cuales ni siquiera sus amigos de seguro sabían, a la hora de escribir usaba la diestra, pero en otras actividades la izquierda, cuando usaba su ukelele durante algunos descansos sacaba la lengua de una linda forma mientras tocaba.

Cada día de la semana era un almuerzo diferente que se volvía repetir sin falta a la siguiente semana.

Siempre atento a quienes lo rodeaban, siempre regalando sonrisas y las expresiones más adorables a quienes conformaban su círculo de amistades.

Eso y varias cosas de las cuales si alguien supiese seguro la tildarían de acosadora.

Y aún así jamás lo vio tener algún gesto más allá de la amistad con nadie, a pesar de que a veces chicas y algún chico lo viese de manera... Una manera... Una manera que ella noto, la ponían muy incómoda.

Y luego muy aliviada al ver que el adorable niño parecía ser muy despistado o inocente para notar los sutiles mensajes que estos le enviaban, y nada ocurría al final.

Noto que cada persona que se acercaba a el con alguna intención de otra cosa desistía al poco tiempo.

Eso era por supuesto, hasta que ella llegó.

Una chica de piel oscura y de aspecto pulcro e intelectual.

Al principio parecían ser sólo amigos, pero pronto noto la mirada que ella le daba al niño.

Como, a diferencia del resto, no desistía en tratar de llamar la atención del niño.

Y mientras ella, una mujer a punto de terminar la preparatoria, de una figura delgada pero con curvas que causaba que un sinfín de pretendientes la persiguieran sin éxito alguno, estaba cada día más nerviosa de que alguien tomará ese a ese pequeño y adorable niño que robaba toda su atención incluso fuera del horario escolar fuese robado.

A pesar que no era de ella siquiera.

"Sabes? Creo que se lo que debo hacer, debo ser directa e invitarlo a salir, de seguro Steven dirá que si".

Escuchó claramente a la niña de piel oscura hablar con otra chica mientras pasaban a su lado.

Estaba en la cafetería de la escuela y supo en ese instante que no podía darse el lujo de perder más tiempo.

Tal vez Steven no era de ella, pero lo sería.

Sabía que lo que sentía por el niño dueño de sus pensamientos no era una simple fijación o curiosidad.

Y aunque no pensaba actuar en base a sus sentimientos, la declaración de la niña le había dado un impulso que una parte de ella deseaba.

Así fue como después del almuerzo de un día jueves, estaba ella a unos metros de la sala de musica, donde Steven usualmente se quedaba algunos minutos después de su clase de música afinando su instrumento.

Tomo aire para relajarse, y cuando vio al niño, su cuerpo hizo de todo menos relajarse.

Se acercó a él.

Steven se pregunto que era lo que la hermosa chica mayor que estaba frente a él podría querer.

La vio nerviosa, luego ella tomó aire y pareció relajarse.

Y comenzó a hablar.

Lapis lo había hecho, lo había invitado a salir, a un niño tal vez dos o tres años menor que ella a salir.

Tal vez su invitación no fue la mejor, lo vio enrojecer y bajar la mirada, y sintió un miedo a ser rechazada , a pesar de saber que podía ocurrir, era optimista.

Y cuando el le respondió, dubitativo, pero afirmando que podrían intentarlo, su optimismo fue recompensado.

Ella habló sobre ir al cine, a ver una película sobre un perro mitad helicóptero, y luego a una heladería, que vendía unos desconocidos postres helados con forma de gato.

El sonrió radiante ante la emoción de hacer algo que disfrutaba junto a una linda chica mayor.

Ella sonrió también, feliz ahora, no sólo podría verlo de cerca y aprender más de él, sino que el haría lo mismo con ella.

Ese último pensamiento la emocióno mientras ambos se dirigían, juntos como una nueva pareja, hacia el patio de la escuela.

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Quería publicar algo a este Ship para empezar bien el año.

Espero que haya sido de su agrado.

Pronto actualizaré mis otras historias.

Sin más por ahora.

Auf wiederssehen.