Un fuerte temblór me despertó esa mañana... El día en el que la poca luz del sol que existía desapareció.
Al parecer el estruendo lo causó algo que cayó del cielo, yo solo hice lo de siempre, me resguarde en la parte más segura de mi casa en ruinas e implorar por al menos un día más de vida. Me quedé dormido, no tenía noción del tiempo, pero me despertó un golpeteo a la puerta tan delicado y sin señal de aliento.- ¿Puedes ayudarme? - era una niña, una niña con cabello tan rubio como el oro, de piel blanca y pálida como la fría nieve y ojos dulces como la miel con un pequeño toque de rubí.
Al no responderle, ella hablo.
- ¿Pides ayudarme? Necesito encontrar a mi familia - sonaba preocupada, asustada y un tanto presionada.
- Claro.. ¿Dónde fue la última vez que los viste? - titubeè un poco al responder.Era increíble que una niña tan bonita, estuviera perdida de tal manera. Tardo en responder.
- Al norte -
- Creo que necesitaremos más informaciones que esa, ¿Algún sector que...? - fue en ese momento cuando sonó el toque de queda.La tomé del brazo para adentrarnos a la casa, de pronto se hizo un silencio sombrío y sospechoso, entonces se escuchó. Eran los mismos sonidos de los que alguna vez me contó mi madre antes de fallecer. ¡Eran las bestias!, Aquellos provenientes de los planetas cercanos de nuestro agonizante sistema solar.
No me percate de que la niña estaba aterrorizada, susurro inquieta:- ¡Tenemos que salir de aquí!
- Aguarda, debemos esperar a que se vayan.
- No me queda mucho tiempo - lo dijo casi al grado de llorar, solo asentí.
- Ven acompáñame - corrimos a la cocina, tome los pocos víveres que mi madre m dejo.Gateamos hacia la puerta trasera, abrí lentamente la puerta para corroborar que no anduviera alguna bestia rodando por ahí. Tome la brújula vieja de mi padre antes de salir y emprendimos nuestro camino al norte. Después de varias horas de caminar, mire por el rabillo del ojo que la niña de notaba bastante agotada.
- Hay que descansar un poco, está apunto de anochecer - ella con una nueva de disgustó dijo:
- ¡No!, Falta muy poco - yo insistí en que era necesario, pero no logré convencerla.En ese instante comenzo a temblar, varias luces aparecieron en el cielo cerca de nuestra ubicación, una voz a lo lejos replicó:
- ¡Es ella, ahí está! Atrapenla - se refieren a la niña, pero ¿A ella porque?-
Huimos lo más pronto posible, ella apunto al frente, hacía una especie de cordillera.
- Tenemos que entrar ahí - ella dijo - ahí está mi familia.
¿Cómo es que su familia se encontraría en ese lugar? Solo accedí y descendimos, el camino guiaba a una especie de templo subterráneo muy antiguo y frágil. Estaba oscuro pero se ilumino cuando ella en sus manos formo una esfera de luz. Me petrifique, ¿Cómo fue que hizo eso?.
Ella al mirar el terror que se formó en mi rostro se apresuro a decir:
- No temas, tenemos que colocar esto ahí - indico a un montículo verdoso.
- Pero ¿ Que hay de tu familia... Dónde se encuentran?
- Eso no importa, el tiempo se agota.
- ¿De que estás hablando? - fue en se momento, que unas garras la tomaron del brazo.La esfera cayó al suelo, todo hacia mis pies y la tomé instintivamente, pero cuando voltee, una de esas bestias la tenía inmóvil mientras que otro le apuntaba con un arma directo al corazón. La misma voz de hace unos minutos provino de la bestia con el arma.
- ¡Hey! Chico, mira la cosa es sencilla, si quieres que la mocosa no muera, entrega la esfera.
Me iba a dirigir a el, pero la niña grito:
- ¡No lo hagas, por favor solo has lo que te dije!
- Entregarme la esfera ahora sabandija.
- Porfavor, no lo hagas confia en mi.No podia soportar tanta presión, quería salvarla pero algo me decia que ella tenía razón y debía hacerle caso. Sin pensarlo dos veces, coloque la esfera donde ella me ordenó, en ese momento se escuchó un disparo.
Me dirigí a ella y las bestias hacia la esfera, no había nada que hacer ella se encontraba sin vida, pero fue cuando sucedió lo más extraño, la esfera obtuvo un brillo cegador, tan brillante como mil soles, así como la niña comenzó a abrir los ojos, no podría creerlo, ella por fin hablo.- Gracias, has devuelto la luz a la vida.
A qué se refería, no pude reaccionar, las bestias salieron corriendo al parecer asustados, pues si mayor temor era la luz y su misión era convertir la vida en oscuridad.
La niña me dijo:- Es momento de irme, gracias por ayudarme, el sol estará eternamente agradecido contigo - me tomo del brazo y me besó la mejilla.
Comenzó a irradiar con la misma intensidad que la esfera y desapareció.
Broto vida de cada rincón, así como el amanecer empezó a surgir.
Y fue ahí cuando entendí, aquella hermosa niña, la niña el cabello rubio y piel blanca..."ERA EL SOL"
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Un "Nuevo amanecer"
Short StoryEl sol mantiene la estabilidad en el sistema, pero los planetas, gracias a sus diferencias causaron guerra y destrucción. La diosa toma forma humana y baja a la tierra para recuperar la vida.