El hada y el mago

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Miguel Rivera un poderoso mago lloraba amargamente en el bosque en el que vivía pues a pesar de su magia nunca había encontrado el amor, lo que más deseaba en la vida era conocer a ese ser amado al por quien darías todo, amarlo, cuidarlo y respetarlo, llenarlo de detalles y cantarle canciones, pues si, una de sus grandes pasiones era la música, pero las únicas canciones que lograba componer eran solo de soledad, quería una canción cálida y romántica, para esa persona especial.
Apresar de su soledad tenía un amigo el amable soberano de la luna: Kubo Kabutomushi, algunos pensarán que ellos se habían convertido en pareja o que mínimo tenían sentimientos por el otro, pero no; ambos se vieron siempre como amigos o hasta hermanos y era el único que le daba fuerzas para soportar el dolor de tan larga soledad.

-Si alguien te tiene que amar ya lo sabrás, solo te darás que saber reconocerlo- susurraba el viento nocturno en los oídos del moreno, sabía perfectamente que se trataba de su mejor amigo dándole ánimos

-Gracias- sonrió y miro a las estrellas ¿quién será su ser amado?

***

Un día vagando en el bosque escucho el chapoteo del agua creyó primero que se trataba de uno de los animales del bosque pero la curiosidad le pico más y se asomo entre los matorrales descubriendo lo más hermoso que se pudo encontrar.

Del agua emergió una hermosa y delgada figura dándole la espalda, su cabello negro estaba que no pasaba de su cuello, mojado vio como con sus manos lo despegaba de su rostro y lo lanzaba para atrás, sus brazos delgados y finas manos lo hipnotizaron, bajo más la mirada encontrando un par de alas semitransparentes en dónde se encontraban las escapulas; dejando claro que era un hada, bajo más la mirada llegando a sus caderas que estaban sumergidas en el agua, pudo divisar un par de glúteos bien formados.

Queriendo acercarse más piso una ramita de madera sobresaltado a el hada, haciendo que diera la vuelta, haciendo contacto visual, ambos sintieron una corriente eléctrica atravesarles la espalda y un "click" en sus corazones, la mirada en aquellos ojos fue la más dulce que jamás conocio.

Salió de entre los matorrales y se acercó despacio queriendo evitar asustarlo, el joven hada no se movió solo lo siguió con la mirada hasta que llegó frente a el.

Miguel vio las ropas del hada a un lado del río y las tomo, entregándose las para que pudiera vestirse, giró la mirada para que no se sintiera hostigado, salió del agua para colacarse su ropa, una ves vestido extendió sus alas para que estás se secaran mostrando todo el esplendor de estás.

-Me llamo Hiro, Hiro Hamada- el primero en hablar fue el hada vistiendo unos lindos shorts beige con la bastilla y la pretina color verde, una especie de chaleco sin espalda para que sus alas estubieran libres sin problemas, unas sandalias estilo romano y unas muñequeras de los mismos tonos que su ropa.

-Miguel, Miguel Rivera- tomo la mano del hada, se arrodilló y la beso como si estuviera en presencia de una princesa- Es un placer para mí conocerte- dejo sus labios pegados en aquellos nudillos queriendo no olvidar esa sensación.

El azabache separo su mano y hizo que el moreno se levantará del suelo para tenerlo de frente puso sus manos en su rostro y se acercó para besarle, el moreno no lo rechazó y lo sujeto de la cintura para corresponderle el beso.

***

Kubo leía uno de los tantos documentos reales que tenía que estudiar, para hacer un buen trabajo como rey de la luna, suspiró algo cansado y sobó el puente de su nariz, estaba algo agobiado también, pues Miguel no mejoraba de ánimo, de la pasaba deprimido y no quería ver a su mejor amigo así.

One shots Hiroguel, Kuban y MerkyleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora