ʟᴀ ɴᴏᴄʜᴇ ǫᴜᴇ ᴏsᴄᴜʀᴇᴄɪó ᴀǫᴜᴇʟʟᴏs ᴀᴛᴀʀᴅᴇᴄᴇʀᴇs. [gay]

parte única.

»"Dijiste que yo era tu futuro
¿Ahora sólo soy tu pasado?
Dijiste que solo me amabas a mí,
que tu corazón estaría siempre a mi lado
Entonces te dí mi todo
¿y ahora me estás dejando?
Sigo esperando por ti, mi corazón siempre
te atraerá como la gravedad."«

—gravity, exo.

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" l a    n o c h e    q u e    o s c u r e c i ó
a q u e l l o s    a t a r d e c e r e s "

Algo olía mal. Cualquiera podría pensar que era el olor a orina tanto de animales como de personas que se extendía sobre casi toda la cuadra, o quizás era aquella escencia de pasto recién cortado mezclado con excremento, el cual era el típico aroma que desprendían los papelillos encendidos de marihuana. Lo sea que hubiera sido la causa, afectó al joven de cabeza rapada que iba pasando por ahí, quien de forma apresurada se ubicó la bufanda que llevaba por sobre la nariz.

—Maldición. —exclamó el joven en voz baja a la vez que ocultaba su nariz en su chaqueta— Ojalá ese bastardo no se encuentre allí, porque de ser así me aseguraré de romperle el trasero con un tiro que de paso le reviente los huevos que no tuvo para ir a verme.

La oscuridad cubría la mitad de la calle debido al exclusivo funcionamiento de sólo dos postes de luz, el parpadeo constante de un tercero y los láseres que sobresalían en el último departamento del quinto edificio, y en el cual parecía estar celebrándose la fiesta del año. El plástico que cubría a los demás focos había sido reventado a base de golpes, balazos e incluso con el choque de unas piezas de metal que habían sido arrancadas de los viejos autos abandonados en el estacionamiento central que se encontraba unas cuadras más arriba. Todos y cada unos de esos actos habían sido cometidos por los jóvenes miembros de bandas contrarias, mocosos de no más de dieciocho años quienes no tenían ni respeto por ellos mismos.

Como si ya fuera costumbre, Kwan continuó hundiéndose en la niebla de madrugada a pasos pequeños pero acelerados, con la vista perforada en el único edificio con luz. Lo analizó mientras caminaba con la mano izquierda formando un puño y la derecha sosteniendo una pequeño corta plumas, ambas estaban metidas en sus bolsillos con la intensión de engañar a cualquier desgraciado se le acercara a pasos maliciosos para poder romperle la cara a puñetazos.

Los pocos idiotas que se encontraban a su alrededor eran personas aleatorias que estaban pegados a las murallas de los pequeños edificios abandonados. Habían escolares con uniformes sufriendo de unos pequeños ataques de convulsiones que solucionaban fumando un poco de marihuana, mujeres adultas en plena borrachera gritando tonterías, hombres caminando despistados como si fuera la primera vez que observaban el cielo, y jóvenes copulando como si el mundo se terminara en unas horas y no hubiera nada más entretenido que hacer.