Capítulo 15

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Narra Stiles..

Las cosas núnca salen cómo uno quiere la reunión estubo genial con mis antiguos amigos, la manada de Ian los recibió bien tuvimos un almuerzo y una buena paz.

Pero eso no duró mucho ya que el idiota de Derek lo aruíno todo el muy estúpido... Me viene proponiendo matrimonio cuándo yo estoy casado y con hijos..

Se armó una grande luego de esos los mandé a casa por un portal no sin antes meterle una paliza al Imbécil de Derek...

Después de que ellos se fueran Ian me dió una tremenda cachetada que y bien y me arranca la cabeza...

Pero cómo yo no soy un puto santo ese no es mí título le regresé la cachetada tomé a mís hijos sólo para darle un beso y me fuí...

No los podía traer conmigo porque me están cazando y no los voy a poner en peligro por mi estúpido egoísmo.

Llamé a Scott para ir aun pueblo de Riverdale se supone que hoy es Halloween la verdad núnca he ido a una figura de esa...

Así que hoy sería la primera vez, pero cómo no pienso volver el demonio fiel ahora me llevaré a la cama a toda la que quiera ir...

Desde hoy dejaré de ser el idiota que besa el piso por dónde Ian camina ya no más, oh cambia oh qué se valla a la mierda pero mis hijos se vendrán conmigo...

Scott se disfrazó de lobo yo de Incubo pero no me disfraze más bien sólo saque mi cuernos mi verdadero aspecto....

Scott estaba admirado al ver mi belleza de Incubo también...
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Narra Jason...

Estoy viendome en el espejo mí disfraz es de un Sherif...

Pues aquí en Riverdale las fiestas de Halloween durán hasta una semana, y hoy será el día que me divierta porque no recuerdo la última vez que lo hice...

Me apoyo en la pared para disfrutar de la sensación del frío en mi piel y apuro el contenido de la botella.

-Cuidado, Sheriff -oigo una voz procedente de una figura distorsionada por el vidrio ambarino de mi cerveza. Cuando bajo la botella veo que es el chico demonio con una sonrisa torcida como su cuerno derecho.

-Perdón -digo, recogiendo las piernas para dejarle pasar.

-¿No va a encarcelar a estos jóvenes pecaminosos? -me dice con voz profunda mientras se apoya a mi lado, atento a los lascivos chapoeteos en la piscina.

-Hace tiempo que no ejerzo -respondo con un perfecto acento tejano-. ¿No los llevas al infierno?

Se ríe, y su mueca de sonrisa ladeada me contagia.

-Soy un íncubo: seduzco bellezas y traigo lujuria, no condeno a nadie.

Observo su torso semidesnudo de un intenso color blanco, pálido muy hermoso y sus ojos irisados detrás de las lentillas tienen algo sobrenatural que me fascina, y su sonrisa despierta en mí un miedo primario. Tiene todos los ingredientes para que todas las chicas de la fiesta se lancen a sus brazos.

-Pues no te veo ligando -digo, antes de llevarme la cerveza a los labios y sentirme ridículo al darme cuenta de que no queda ni una sola gota de alcohol en ella.

-¿Ah, no? ¿Y qué estoy haciendo? -pregunta, acercando su cuerpo al mío. Puedo percibir el calor que desprende es delicioso y delicado

-Pensaba que los íncubos solo ligaban con mujeres -respondo con una ceja levantada, sin dejarme intimidar. Su cuerpo irradia un calor agradable en la fría noche de Halloween.

Oscura Tentación  Incubo Caído AzaelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora