La escena es tremebunda, de esas que dan ganas de vomitar a verla. El cuerpo de la desaparecida fue encontrado en un bosque cerca de un pantano asqueroso. La víctima, Daliza Perez, hija, madre y hermana de veinticinco años, estaba dispersa por toda la orilla del pantano. Su cabeza descolorida con rastros de golpizas y rasguños por toda la cara, se localizaba junto a una roca rodeada de hojas sangrientas. La parte superior de la víctima se encontró en el medio del pantano, rodeado de la sangre negra que derramaba. Finalmente, la parte baja del cuerpo guindaba de un viejo y alto árbol cerca del pantano goteando los últimos glóbulos rojos y blancos que le quedaban. Los culpables de este crimen espantoso van a pagar muy caro por asesinar a esta mujer y por causarle a una madre desesperada, una hermana preocupada y a un hijo inocente y confundido un dolor insuperable.
En la madrugada del 10 de octubre de 1999, yo sabía que mi niña Daliza, mi pequeña Fior, no iba a regresar. Esperamos las 48 horas, mi otra hija Jazmine y yo, como sugerido por la policía, pero ella no apareció. Daliza se había ido a una discoteca con su novio Iván, para festejar su cumpleaños. Él regreso, ella no. El dijo que regresó a la casa para esperarla porque era tarde, por eso se fue sin ella. Luego de esperar el tiempo correspondiente, llamamos nuevamente al Departamento de Policía de la Gabriel Monjitos. Después de darle los detalles que necesitaban, el día después el detective Genaro Cordero se apareció en el portón de mi casa. Joven, fue lo que me vino a la mente cuando lo vi. "Señora Cándida, me llamó Genaro Cordero, el detective asignado al caso de su hija. ¿Me permite pasar?" Se presentó con una sonrisa en su cara, rejuvenecido y procedió a preguntarme sobre los sucesos que habían ocurrido con Daliza. Tal vez era como se expresaba con certeza e inteligencia o su postura fuerte o como miraba y anotaba todo lo que decía, pero le daba un aura de madurez al joven Genaro. "Muchas gracias por la información, señora Cándida. La tendremos informada sobre la investigación y espero que tenga una linda tarde." Al escuchar el coche del joven Genaro rugir por la calle, me sentí un poco tranquila sabiendo que iban a encontrar a mi niña Daliza, mi pequeña Fior.
No entiendo y sigo sin entender. La investigación lleva ya un mes y no he encontrado un buen hilo por donde guiarme. He entrevistado al novio de la víctima y le he preguntado, sobre todo, su vida cotidiana, sus amistades, si estaba involucrado con drogas o si tenía alguna sospecha sobre quién la hubiera secuestrado. Pero la interrogación no me ayudó de nada. He entrevistado a la hermana de Daliza, Jazmine, y aunque se puso ansiosa, no pudo darme mucha información. Busqué, con el permiso de la señora Cándida, alguna pista en el cuarto de la víctima y nada, ni un diario o documento sospechoso. No entiendo y sigo sin entender como una mujer sin ningún antecedente criminal fue secuestrada, no lo...
– "Genaro. Toma, te llegó una carta." me interrumpió el pensamiento mi compañero Sirio Álvarez. Frustrado deslicé mis manos ásperas sobre la cara. Estiré mi brazo de modo que Sirio colocó la carta en la palma de mi mano.
– "Gracias, Sirio.", le respondí tratando de no mostrar un trazo de cansancio en mi voz.
Puse la carta en el escritorio y observé la portada. No tenía nombre de remitente solamente el nombre y la dirección del recipiente, Genaro Cordero. Estoy perplejo, nunca en mis cinco años de trabajo como detective he recibido una carta en mi lugar de trabajo. Sin embargo, tomé la cuchilla que estaba en la parte este del escritorio y rompí el pegamento que sellaba dicha carta. La carta era anónima y decía:
Señor Cordero, le escribo para infórmale que he sido deshonest@ con usted a la hora de ser interrogad@. Usted no lo sabe, pero he sido amenazad@ con la muerte si le contaba lo que le voy a decirle a usted por medio de esta carta. El novio de Daliza estaba involucrado en un negocio de drogas muy peligroso. El líder del negocio se llama Andrés Boquerón, por lo menos, así se introdujo antes de amenazarme. Lo que pasa es que Daliza se enteró que Iván estaba involucrado con drogas después de seis meses de noviazgo. Ella, al estar sorprendida por la revelación de su novio, vino a donde mí y me lo contó todo. Iván estaba estancado económicamente y le pidió ayuda a Andrés, este, obviamente, tomo precauciones y lo amenazó con hacerle daño a quien supiera sobre su participación en el negocio. Todo iba bien hasta que Daliza sintió que Iván se estaba alejando de ella, haciendo que ella brincara a la conclusión que le estaba pegando los cuernos. Ella, sin saber que él iba al lugar de recogido de drogas, siguió a Iván hasta un bosque rodeado de un pantano. Daliza lo vio en el mismo medio del bosque, hablando con unos hombres sospechosos y fue en ese momento cuando ella se dio cuenta que era un intercambio de drogas. Silenciosamente se retiró hacia su carro y volvió al apartamento de Iván, donde lo esperó. Cuando él regresó, ella lo confrontó. Iván, olvidándose de la amenaza de Andrés, le contó todo sin dejar un solo detalle en el aire. Así que le estoy dando una pista, pues tal vez Andrés tuviera que ver con la desaparición de Daliza. Levántese, vaya afuera y huela el aire lleno de flores de jazmines. Búsquela y tráigala de vuelta a su casa.
Sinceramente,
Anónimo
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El Misterio de Fior Pérez
KurzgeschichtenLuego de una noche de diversión, Fior Pérez desaparece. Genera Cordero se ha encargado de encontrarla y resolver la misteriosa desaparición de la mujer. ¿Podrá el detective encontrarla a tiempo o será muy tarde.