drugs | kookmin

zero

Mordió su labio inferior con nerviosismo, picando las pequeñas hojas de hierba mala entre sus palmas haciendo que cayeran como migas de pan al pequeño plato frente suyo.

Sujetando la hoja blanca con una de sus manos toma las pequeñas migas con la que tenía libre, se dedicó a ubicarlo entre el rectángulo papel hasta donde el castaño creyó suficiente, dobló el aquella blanca hoja con sumo cuidado de que las migas no cayeran de ella.

Comenzó a darle vueltas a lo que sobraba, hasta que una pequeña parte quede libre, parte en que su lengua rozó con lentitud para que se juntara formando un, a lo que el llama, un buen blunt.

En aquel cuarto oscuro hundido en soledad el joven castaño de veintitrés años encendía un cigarro hecho de hierbas ilícitas sin importancia alguna de estar en la casa de sus padres.

Tirado en el suelo con una manta debajo suyo apartando el frío de él, suspira llevando el cigarro improvisado a sus labios aspirando aquel amargo humo que inundó sus pulmones para luego expulsarlo de manera lenta, sintiendo su garganta abrirse pasó ante el invasor.

Cerró sus ojos llevando la cabeza hacia atrás, sintiéndose más relajado gracias al pitillo entre sus dígitos índice y pulgar.

Mojó sus labios volviendo a aspirar aquel tóxico humo disfrutando de la sensación de relajación que se apoderaba de su cuerpo cada vez, tranquilizándolo.

Con parsimonia continuó aquel repetitivo acto hasta que el cigarro quemó sus dedos, a lo que él sin un reaccionar rápido lo apaga contra el suelo levantándose ya que había escuchado el timbre de la casa sonar una vez.

Suspira pateando con suavidad el rastro de aquellas cenizas debajo de su cama, para luego salir de su cuarto con lentitud evitando el chocar contra los muros que pareciera que se iban haciendo más estrechos en lo que el castaño caminaba entre ellos.

Se sintió débil al notar aquella reacción, por lo que se detuvo unos segundos a dimensionar que rayos sucedía con su cabeza.

Se sentó en las escaleras ubicando sus codos sobre los duros muslos para que sus falanges tuvieran acceso a aquellos castaños cabellos, los cuales acarició con cierto enojo. Volvió a escuchar aquel timbre sonar.

ㅡ ¡Ya escuché, mierda! ㅡ Gruñe cerrando sus ojos con fuerza para levantarse y con un par de pasos y gracias a sus largas piernas llegar a la puerta, la cual abrió con desdén.

Una cabellera rubia apareció al abrir, frunció el ceño y al mismo tiempo soltó un molesto bufido al notar de quién se trataba.

ㅡ ¿Estás listo para tu clase, Jeon? ㅡ Una ladina sonrisa apareció en aquel fino rostro, a lo que el rodó los ojos.

ㅡ Más que listo, Park.

Obs: Bien luego de mucho vuelvo a escribir algo tan largo, pero realmente me siento cómoda con volver a hacerlo porque lo extrañé, so, aquí les traigo una historia un poco extraña y conflictiva.

Espero que sea de su agrado y puedan darle una oportunidad, disculpen los errores.

Las actualizaciones intentaré hacerlas seguidas, no siempre hay inspiración así que, haré mi mayor esfuerzo.

ㅡ Sol