El amor es para valientes

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Todos hemos amado a alguien en algún punto de nuestras vidas, amado hasta con la más ínfima fibra de nuestro corazón y en ocasiones, hasta con la partícula más diminuta del alma.  

A veces, en el frio de la soledad, decidimos olvidar que alguna vez nuestro corazón fue el cúmulo de estrellas más brillante del universo. Que alguna vez fuimos uno, al lado de alguien más.

El tiempo pasa y nos volvemos, la mayoría de las veces, seres hipócritas; pregonando que el amor ya no es para nosotros; gritando a los cuatro vientos que ya superamos la estupidez de enamorarse y que nuestros pies no volverán a tocar jamás los mares del romanticismo.  

Mentirosas nuestras bocas, tan solo añoran esos días de júbilo y amor, distantes y lacerantes al mismo tiempo; porque ya no volverán.

Todos guardamos, atesoramos, encerramos, escondemos en la capa más profunda de nuestra materia humana una historia de amor. Una historia que no contamos todos los días. Una historia enloquecidamente  llena de pasión y dolor.

En mi opinión, todos deberíamos contar esa historia, porque un amor; ya sea, corto, catastrófico, ilusorio, maravilloso, eterno o un puntapié a las entrañas, siempre guarda consigo una enseñanza que podría ayudar a alguien más… quien sabe y podríamos salvar a un amor del desastre o ayudar a  matarlo para que no desangre más a sus víctimas.

En mi caso, parte del amor catastrófico-doloroso-maravilloso; me enseñó que cuando se ama de verdad, este todo lo espera, todo lo sufre, todo lo perdona… como alguna vez, un personaje llamado Pablo lo dijo en el libro donde participó.

También quisiera agregar, señor Pablo, si me lo permite,  que el amor, todo lo renueva, todo lo limpia, todo lo define, todo lo logra.

El amor todo lo logra, definitivamente la frase que llevo dentro de mí, siempre.

El amor existe y está por ahí, debajo de capas de dolor, está por ahí debajo de contradicciones y dentro de nosotros mismos. No sirve de nada, mantenernos en la posición de no volver a enamorarse, porque somos seres de amor… y este, como un fénix, eternamente se encenderá en llamas donde menos lo esperes. No te niegues jamás a él.

El amor es para valientes…

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