TU Y YO

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Tobe no habia dormido en toda la noche, cuido de su amada.
Y ya estaba amaneciendo, el estaba algo cansando, pero no quería dormir, no quería correr el riesgo de dormir y que le pasara algo a Pucca.
Los rayos del sol eran apenas visibles, Pucca aún dormía y el acariciaba su cabello dulcemente.
Sonrió al verla dormir, parecía un ángel, su ángel.
Comenzó a cantar en voz baja para no despertarla.

Te regalo mi amor.. Te regalo mi vida... A pesar del dolor eres tu quien me inspira.. No somos perfectos.. Somos polos opuestos..

Tobe dejo de cantar al ver que Pucca abrió sus ojos y lo miraba con su hermosa sonrisa.

- P-Pucca - logró decir sonrojado.

- Es hermosa... Gracias - dijo ella con hilo de voz ya que estaba recién despierta.

- Jeje... Si... De nada - y beso su frente tiernamente.
Hablaron durante un rato hasta que la doctora entró con el desayuno y con Ching.

- Buenos días, aquí dejo el desayuno - y la doctora dejo la bandeja con un rico desayuno.

- Hola Pucca y Tobe ¿Como están? -

- Yo estoy mejor - afirmó Pucca sentándose en la camilla.

- Yo bien, cansando - y se estiró

- ¿No dormiste en toda la noche? - preguntó Ching

- Si lo hacía temia de que Garu venga y lastime a Pucca -

- Entiendo - dijo Ching

- Trataré de convencer a la doctora de que el alta me lo de hoy - afirmó Pucca

- Pero Pucca debes descansar - agregó Ching

- Me siento bien - y ella sonrió

- Esta bien, pero tenias golpes feos y debes quedarte aqui, mañana..... - Tobe no termino su frase que Pucca lo interrumpió.

- La convencere - afirmó nuevamente Pucca.
Ching y Tobe se miraron para la luego suspirar pesadamente.
El día pasaba, Ching y Tobe trataban que Pucca se quedara en la camilla y descanse, era.... Digamos un poco imposible.. Pucca no paraba de moverse, se enojaba y a veces los empujaba.
Ya era la hora del atardecer y Tobe estaba dormido en un pequeño sofa al igual que Ching.
Pucca mientras tanto se vestía para irse, había logrado demostrar que estaba bien para que le den el alta e irse.

- Despierten - ordenó Pucca mientras los esperaba en la camilla.

- Hmmm... ¿Que? - logró decir Ching mientras se estiraba.

- Ya me dieron el alta - y sonrió

- Emm.... Pucca..... Te dijimos qué.... No... - agregó Tobe estirandose mientras abría sus ojos.
Pucca se cruzó de brazos enojada y le dio la espalda.

- ¡Hemph! - y frunció el ceño.

- Ay no.. No te enojes bebe.. - se levantó de aquel sofa y la abrazo.
Eso hizo sonreír a Pucca y corresponder a su abrazo.

- Awwww son tiernos, ahora vamos tengo hambre - dijo Ching mientras acariciaba a su gallina, Won.
Los tres fueron al restaurante, Pucca al llegar vio que aún no había ningún cliente.

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