"Reddie al cuadrado" (One-Shots) #ReddieWeek2020

"Hazme reír"

08/02/2020
Prompt: Reencuentro

Carteles iban y venían de las mano de varias personas, anunciando a una figura bastante reconocida del mundo de la Comedia.

Hablamos nada más y nada menos que de Richie "Trashmouth" Tozier, el cual se presentaría en la ciudad de Nueva York.

Frente a un cartel de propaganda se encontraba Eddie Kaspbrak, con una sonrisa burlona en su rostro.
Después de tanto tiempo vuelve a encontrarse a su amigo de la infancia, el cual no había visto desde hace más de 27 años.

No lo dudó ni un segundo y compró boletos para el Show, sintiéndose tan ansioso de volverloa ver.

(...)

La noche había llegado, y con elka la hora del Show de Tozier, el cual se encontraba en la parte trasera del teatro, más específico en un callejón, fumando un cigarrillo.
Era como una especie de ritual antes de cualquier presentación, el cual lograba quitarle los nervios.

Escuchó pasos acercarse a él, cosa si la que no le dio importancia, pues varias personas pasaban por ahí.
Comenzó a parecerle extraño cuando los pasos dejaron de oirse justo a su costado

   —No has cambiado en nada...

Alzó la mirada rápidamente, notando frente a él a un hombre, cabello castaño, ojos claros y una enorme sonrisa en el rostro.
Casi se ahoga con el humo del cigarro al darse cuenta de quien era.

   —¿Eddie?...—musito con duda, a lo que el hombre asintió— ¿Eddie Kaspbrak?

Eddie volvió a asentir

   —Mierda, Eds —se acercó rápidamente para abrazarlo, cosa que el más bajo correspondió—

Rodó los ojos, pues después de tantos años, seguía llamándolo "Eds" y seguía odiando eso.

Eddie respiró el aroma de la ropa de Richie, aquel olor a cigarrillos y menta seguía intacto en él, haciéndolo sonreir ante eso.

   —Al parecer tus chistes malos lograron llegar a un lugar importante —soltó Eddie, a lo que Richie dio una carcajada—

   —Vaya que si —habló de vuelta— ¿Y entonces? ¿Vendrás al Show?

Ambos se separaron, adoptando una postura más cómoda

   —De hecho, así es

Esas palabras lograron poner a Richie nervioso, más que cualquier otro día en el que tuviera que presentarse.

   —Bien —trató de conservar su orgullo— prepárate para ver algo bueno, además de mi

Soltó una de sus típicas bromas, haciendole rodar los ojos al contrario.

   —Eso lo veremos, Trashmouth —guiño uno de sus ojos, dándose media vuelta y comenzando a avanzar de regreso a la entrada principal—

Richie sabía que le faltaba algo por decir, y se estaba presionando para hacerlo, después de tanto tiempo podía intentarlo...

   —Eddie...

El mencionado volteo

Richie aclaró su garganta, acomodando sus lentes.
Eddie pudo ver nuevamente en aquella imagen a aquel niño de 13 años con el que solía jugar en Derry...

   —Luego del Show, ¿Quisieras...salir a cenar? —soltó dando un gran suspiro—

   —Bueno...eso depende —Eddie alzó los hombros—

   —¿De qué?

Eddie volvió a dar media vuelta, dispuesto a retomar su camino

   —Hazme reír

   —¿Qué? —habló Richie rapidamente—

   —Es un show de comedia, ¿No? —le dio una pequeña sonrisa— si logras hacerme reír, aceptaré salir a cenar contigo

Sin decir nada más miro al frente y continuó su camino, dejando a Richie pensando miles de cosas.

(...)

La hora del show había llegado, Richie estaba tras el telón,  esperando a que abriera para dar inicio.

Suspiró profundamente, para después dar un sorbo a su vaso con agua.
De pronto se escuchó la voz del presentador anunciarlo

   —Damas y caballeros, esta noche dejamos con ustedes —el típico redoble de tambores comenzó a sonar en las bocinas— ¡A Richie Tozier!

Los aplausos no tardaron en escucharse, mientras el telón se abría, Richie puso su mejor sonrisa y alzó una de sus manospara saludar con un ademán a todas las personas presentes.

Busco con la mirada a Eddie, hasta toparse con él en el mal de gente, el cual lo miraba expectante.

   —¡Buenas noches Nueva York! —hablo con euforia en el micrófono— no saben las ganas que tenía de venir aquí, son un público demasiado especial

La gente nuevamente comenzó a aplaudir

   —Además dicen que aquí se encuentran las mejores salchichas —alzó ambos hombros, mientras las risas se hacian presentes—

Los chistes iban y venian,  las risas se hacian cada vez más fuertes, convirtiéndose en carcajadas.

Todas las personas se estaban riendo, todas menos una.
La única persona que Richievqueria hacer reír esa noche.

El tiempo estimado del show estaba a punto de concluir, cosa que comenzó comenzó poner tenso a Richie.
Retiró el micrófono de sus labio y dio un suspiro

   —¿Saben? Esta noche los recuerdos han llegado a mi cabeza —hablo regresando la mirada al público— pero quiero contarles uno, el cómo fue mi primer beso

Las personas hicieron un sonido de sorpresa, mientras la mirada de Eddie se posaba nueva y únicamente en Richie.

   —Recuerdo como fue todo tan mágico —sonrió levemente— sabía que pasaría ese día, me preparé mentalmente como no tienen una idea, estaba muy nervioso

Las personas soltaron una expresión de ternura

   —Tan nervioso que me comí todo un tubo de pasta dental

Las personas estallaron en carcajadas.
Pero a Richie sólo le importaba una, dirigiendo sus ojos hacia él

Eddie estaba riendo, cubriendo parte de su rostro que podía notar estaba rojo.
Reía con nerviosismo ante ese recuerdo, el recuerdo de su primer beso con Richie.

El de gafas al ver eso sonrió a más no poder, había logrado lo prometido.

   —¡Buenas noches, Nueva York! ¡Siganla pasando bien!

En ese momento, el telón se cerró.

(...)

Richie se encontraba nuevamente en aquel callejón donde había encontrado a Eddie hace unas horas, mirando expectante hacia los lados.

Al fin lo vio, venía a paso tranquilo, buscando algo, o más bien a Alguien con la mirada.
Al verse se acercaron el uno al otro.

   —¿Y bien? —musito Richie—

Eddie le dio un pequeño golpe en el brazo

   —No tenías que contar eso —habló sin borrar aquella sonrisa de su rostro—

   —Pero te hice reír, ¿No es asi?

Eddie rodó los ojos ante eso

   —Así es, lo lograste

   —Eso quiere decir que, ¿Me acompañaras a cenar? —extendió su mano hacia el más bajo—

Este la tomó sin dudarlo ni un segundo.

   —Por supuesto

El resto de la noche fue genial para ambos.
No sólo se habían reencontrado con un viejo amigo de la infancia, si no que se habían reencontrado con su primer amor.