Lazos Rotos
¿Cómo te sentirías si pasaras de ser alguien reconocido a una basura para la sociedad?
Esa pregunta ahora en su cabeza tomaba respuestas, se sentía fatal, sentía su alma gritar en agonía ante el repudio, ante los insultos y el desprecio de los que una vez lo vieron con ojos de admiración.
¿Pero que podía hacer?
Desde los sucesos descubiertos en esa corta semana ya no podía diferenciar lo bueno de lo malo. ¿Cómo podría volver a ver el mundo de la misma forma con todo lo que sabía ahora? ¿Podría levantar sus Dagas nuevamente ante los enemigos naturales del hombre?
En ese instante lo supo, su meta, su deseo más grande había sido quebrado en miles de pedazos.
Supo realmente la verdadera naturaleza humana.
¿Qué los diferenciaba de los monstruos que asesinaban cada día?
Su sueño y anhelo de volverse un héroe se habían fragmentado en pedazos.
En las historias que su abuelo le contaba el héroe siempre salvaba a la princesa en apuros o a las personas este llegaba hasta cierto punto ser hipócrita.
¿Dices que ellos son monstruos cuando tú asesinabas a tantos de ellos?
Cuando llego a su propia resolución lo supo.
Ellos eran la plaga, no los monstruos.
Ellos eran los usurpadores no los monstruos.
Ellos eran los verdaderos monstruos en este mundo.
La Dungeon estuvo inclusive desde antes de la creación y nació de forma que ni los dioses sabían, ellos llegaron al mundo antes que todo ser humano, pero cuando el humano comenzó a aparecer la lucha por el liderazgo del mundo se había librado.
Monstruos contra humanos, eventualmente los humanos se volvieron cada vez más fuertes hasta que los dioses descendieron y otorgaron a los humanos el <Falna> que les permitió cambiar las tornas a su favor.
Los monstruos volvieron a donde nacieron, y los humanos los cazaban para volverse más fuertes y obtener recursos de los monstruos.
Ellos eran los verdaderos invasores en este tablero estratégico.
Ahora su visión del mundo había cambiado.
El significado de ser un héroe para él era diferente.
Un héroe debía proteger a todos sin hacer diferencias como algunos héroes que se relataba despreciaban a prostitutas por ser lo que eran, un héroe tendría que ser egoísta y ambicioso para lograr eso.
A sus ojos el mundo mismo era hipócrita.
Mientras sus ojos rojos observaban el suelo cubierto por una alfombra costosa no pudo evitar rememorar los acontecimientos actuales.
Él era despreciado y desconfiaban de él.
¿La razón?
Por defender al enemigo natural del hombre.
Pero ¿Qué podía hacer? Estos no eran simples monstruos.
Podían pensar, podían sentir, podían llorar y sentirse solos.
Aun en el fondo de su ser él lo sabía, a menos que sucediera un milagro los que él conocía como Xenos jamás serian aceptados, ellos querían vivir en paz, ver la luz del sol, sentir el viento tocar su piel, querían paz por una vez desde que fueron engendrados.