Secretos revelados

Una invitación algo apresurada

El chico de melena obscura tomo mi mano y dio un pequeño beso en el dorso de esta, solo me limite a mirarlo y quedarme perpleja, nunca en mi vida había visto a un chico de carne y hueso presentarse de la misma manera en la que lo acaba de hacer el, pude sentir rápidamente como mis mejillas se calentaban, sabia que me había sonrojado pero aquí delante de el no había manera alguna en que pudiera ocultarlo sin que lo notara. Me quede realmente impresionada ante tal acto de caballerosidad que solo es capas de suceder en todos aquellos libros de romance que ahora inundaban mi habitación que de lo único que pude ser consciente fue de brindarle una pequeña sonrisa.

- No quiero verme mal preguntando cosas que no me incumben, pero ¿porque estas sola?- me pregunto y pude distinguir en su mirada un brillito de curiosidad.

- Ah eso, a mis amigos y a mi nos gusta más estar en el salón en las horas libres que andar bagando por la escuela, aquí podemos estar más tranquilos que en otros lugares.

- ¿Tus amigos?- pregunto mirando mi libro y mis audífonos.

- Estos no- le conteste divertida- en un momento volverán, solamente fueron por algo para comer.

- Vaya- dijo con una sonrisa tan coqueta que pude sentir que mi ritmo cardíaco se acelero con solo mirarlo- estos no son tan malos amigos- dijo tomando mis audífonos y el libro- créeme, lo digo desde la experiencia.

De nuevo tenia esa actitud, ahí estaba en menos de cinco minutos volviendo a ser un chico perfecto, realmente me empezaba a cuestionar si estaba despierta o de nuevo era uno de mis tantos sueños de chicos perfectos a causa de los libros que he leído.

- Por cierto, ¿podrías pasarme los apuntes?, me gustaría ponerme al corriente lo más pronto posible.

- Si claro no hay ningún problema- le di mis cuadernos en el mismo momento en que llegaron todos mis amigos.

El los tomo con gusto y comenzó a hojear todos y cada uno de ellos para después tomar algunas fotografías de los apuntes de este bimestre, luego me los regreso y continuaron las clases con normalidad, pero el en ningún momento se movió del lugar que había tomado durante el receso, ante esto no dudo que ese sea su lugar de ahora en adelante.

Terminaron las clases y salimos, como de costumbre iba platicando con el resto de mis amigos, claro a ellos y a Sonia les tenia que dar los detalles de porque cuando llegaron me encontraron con el chico nuevo y sonrojada, en fin caminábamos tan sumidos en la platica que nadie vio lo que estaba a punto de pasar.

Unos pasos más a delante, ya estando fuera de la escuela una rosa roja se hizo presente a sentimetros de mi cara, me quede pasmada ante tal imagen y solo escuche como alguien susurraba en mi oído.

- Ven esta noche al baile conmigo- Era el, esa era la voz del chico nuevo, con una mano tome la rosa y justo cuando di vuelta para verlo el ya se había esfumado.

- ¡Amiga!- Exclamo Sonia realmente emocionada- Tienes una cita para esta noche.

Muy bien, una cita para esta noche, realmente debo estar soñando, no soy la clase de chica que los chicos invitarían a una cita pero lo más raro de este sueño es que no recuerdo haberme ido a la cama.