Único

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JungKook corría sin dirección alguna, unos guardias lo estaban persiguiendo y él ya se estaba cansando, pero un destello llamó su atención, un templo, cambió su rumbo despistando levemente a los guardias y se adentró al templo, disminuyó su paso regulando su respiración, las paredes tenían oro y había cofres con joyas y monedas en su interior decorando cada esquina y espacio, llegó al centro del templo, una estatua de un hombre lo esperaba, realmente el no sabía quien era pero esta destellaba como si fuera una estrella, acercó su mano para tocarla y estando a unos centímetros de su cometido un estrepitoso sonido lo hizo voltear.

"¿Quién eres?"una voz se hizo presente, un joven de tez canela y cabello castaño lo miraba temblando.

"Eh...yo..."un grito interrumpió su oración.

"MALDITO MERCENARIO TÉ ENCONTRAREMOS"los soldados bajaban las escaleras a paso rápido, ya faltaba poco para que llegaran hasta donde él estaba.

"Mierda"no sabía que hacer, una idea cruzó su cabeza y fijó su vista en el castaño."Enserio perdóname por esto"se acercó al chico y lo cargó, el chico por reflejo rodeo con sus brazos el cuello del morocho cubriendo la armadura del mismo con sus mangas.Los pasos se escuchaban cada vez más cerca, en unos segundos ya estaban atrás de ellos, no lo pensó más y cortó la distancia entre los belfos del castaño y de los propios.

"Te tenemos atrapado no tienes donde ir..."disminuyó el sonido de su voz."Joven Taehyung, discúlpenos por la interrupción, estamos buscando a un mercenario, de casualidad no entró por aquí."el morocho se separó de él mirándolo a los ojos con una mirada de misericordia, pidiendo que no dijera la verdad.

"No."susurró"No no eh visto a nadie, si eso es lo único que necesitan les pido que se retiren."respondió con firmeza.

"Gracias por su ayuda Joven Taehyung, disculpe la molestia."salieron del templo, como si Deimos los estuviera persiguiendo, realmente había sido incomodo ver eso.

"Creo que ya puedes bajarme."hizo reaccionar al azabache, quien al instante acató la orden.

"Gracias por no entregarme y perdón por el beso."dijo apenado.

"Sabes creo que los dioses te bendijeron, si otro hubiera echo lo que hiciste en estos momentos estaría ardiendo en él Hades."se acercó al morocho, mirándolo con diversión.

"Cuando nací mi madre murió y nadie quería a un bebé consigo, pero un día una mujer muy hermosa me recogió en brazos y me cuido como si fuera suyo, tenía una hermana pero muy pocas veces convivimos y luego lo conocí a él a mi padre, según la mujer él sería quien me enseñaría de ahora en adelante, pero prometió que estaría siempre a mi lado.El me dijo que no era mi verdadero padre, pero que me cuidaría como uno, me enseñó todo lo que un padre podría dar, pero por más que me cuidara como si fuera una pequeña flor no pudo evitar que alguien hiciera añicos mi corazón, no soporto ver mi tristeza y me cuido el doble y me resguardo aquí en el templo donde casi nadie vendría, más que jóvenes pidiendo ayuda en su búsqueda del amor o mujeres pidiendo por un matrimonio feliz, pero no le pareció suficiente con tenerme aquí reguardado, no..."suspiró"Al dejarme ahí llamó a su hermano Anteros. Todavía recuerdo lo que me dijo...

"No dejaré que otro lastime tu corazón nuevamente, no puedo evitar que alguien te atraiga, pero si que tu corazón sepa cuando tu otra mitad esté contigo, por eso mismo no podrás mentir hasta que esa persona esté a tu lado."

"Y ahora llegaste tú a liberarme de esta jaula invisible que me mantenía preso y por eso te agradezco mucho."no le importó si alguien los veía, ahora lo importante era que estaban juntos y con eso se lanzó a los brazos del más alto.

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⏰ Última actualización: Sep 27, 2020 ⏰

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