Son las cinco de la mañana en Gusu Lan. En los Recesos de las Nubes, las residencias van iluminándose una a una.
Dentro del Jingshi, el Segundo Jade de Gusu ya se encuentra pulcramente vestido. Parado frente a la entrada, Lan WangJi suspira pesadamente una vez más. ¿Cuántas veces ya ha suspirado lamentándose por lo ocurrido aquel día? WangJi no lo sabe, ya ha perdido la cuenta.
Una vez la lámpara ha sido apagada, la oscuridad invade aquel recinto. El silencio se hace presente en cada rincón. WangJi da unos pasos, y por fin decide salir del lugar.
Camina presuroso, es momento de iniciar con sus deberes del día. Sabe que está más que a tiempo, podría permanecer en el Jingshi por una hora más y aquello no afectaría su intachable puntualidad. Pero no lo hace así.
No puede. Aquel lugar, solamente le es útil para descansar. Wei Ying no está allí. Y sin él, el Jingshi ha perdido vida, no tiene color, al igual que Los Recesos de las Nubes, al igual que Gusu. Su vida ha vuelto ser una rutina monótona.
Lan WangJi ha hecho uso de todo su control, para no dejarlo todo e ir en la búsqueda de su esposo. Controlarse en estos momentos, no es lo que él quiere. Él quiere montar sobre Bichen y traer a Wei Ying. Pero la persona por la que haría ese viaje, no lo quiere así.
Fue lo último que le dijo Wei Ying, lo último que le pidió antes de irse.
«—No me busques. ¿Para qué lo harías? ¿Piensas traerme por la fuerza? ¿El gran Hanguang Jun no respetará mi decisión? ¿Me mantendrás a tu lado en contra de mi voluntad? ¡No te quiero allí Lan Zhan!»
Desde ese día no lo ha vuelto a ver. Dos semanas exactamente.
Pero sabe que él está bien. SiZhui, quien ha recibido constantemente correspondencia de Wei Ying, le ha compartido gentilmente el contenido de sus cartas.
De entre los miles de pensamientos que abruman a WangJi, la voz de su hermano lo regresa a la realidad. Ha llegado al comedor. Es muy temprano, ningún discípulo se ha presentado aún. Sólo está XiChen. Y WangJi entiende el motivo.
—Parece que otra vez seremos sólo los dos en el desayuno—Comenta el mayor de los Lan, a la par que lo invita a tomar asiento frente a él.
—...
A pesar de no obtener respuesta de parte del menor, XiChen no dejar de mostrar su amable sonrisa.—WangJi, sabes que no eres el único que desea y espera el regreso de Wei WuXian.
Esta vez Lan WangJi, que ya está sentado bebiendo del té que ha sido servido por su hermano, sólo lo mira ante lo dicho.
—Incluso tío lo extraña.—Agrega XiChen.
—...
El Líder Lan suspira.—Ya sé que él luce tranquilo y despreocupado. Pero al igual que puedo entenderte a ti, sin necesidad de que digas muchas palabras, también puedo entenderlo a él. Y sé que le ha tomado cariño a tu esposo.
Lan WangJi frunce ligeramente el ceño. De inmediato XiChen vuelve a hablar.
—¡Obviamente el cariño es como a un sobrino! WangJi por favor. Sé que estas sensible por lo sucedido. Pero no puedes simplemente pensar tan a la ligera cuando de Wei WuXian se trata.
—Lo siento.—Con voz apagada responde.
Lan XiChen.—¿Sabes que estamos rompiendo una regla en este momento? Pero no importa. Más que un desayuno, sólo parece que estamos en una tarde de té.
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Sonreír para ti [One Shot]
FanfictionLan WangJi nunca se había planteado la idea de encontrar la felicidad. El cumplir las reglas que su secta establecía, era suficiente para vivir honorablemente, él no necesitaba más. Hasta que conoció a Wei Ying. Y todo lo que regía su vida dejó de s...