Tiempo de encuentro

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Habían pasado 7 años desde la graduación de la clase E, ahora los alumnos se han convertido en adultos con un gran futuro por delante, muchos andan pensando en sus trabajos y en sus responsabilidades de adultos.

Aquella noche Karma se encontraba manejando su auto, ya iba trabajando una semana en su puesto de burocrata. Con los habilidades que poseía Karma Akabane eran más que que suficiente, aunque tenía que hacer unas sacrificios algo insignificante como ser él que saliera mas tarde de todos sus compañeros de trabajo.

Como se dijo anteriormente te Karma manejaba totalmente agotadopor aquel día de trabajo, claro trataba de permanecer totalmente alerta por si sucedía algún imprevisto pero era tal el cansancio que pestañeo por un segundo y basto para casi atropellar a alguien.

Enseguida bajo del auto.

--¿Se encuentra bien? -- fue lo primero que dijo, la persona que casi había atropellado se encontraba aún lado de la pista, para su suerte tenía una reacción rápido.

--Claro... Karma --aquella persona ers nada menos que Okuda, su excompañera de clase y asesinato. La chica se veía sorprendida y sin ningún rasguño, sus manos apretaban con fuerza sus libros.

--Vaya, no me esperaba encontrarme contigo de esta forma, Manami-- sonrio el pelirrojo al reconocerla.

--Digo lo mismo... lo siento por esto estaba distraída-- se disculpó de inmediato. Karma al ver que no había cambiado mucho solto una carcajada de risa.

--Bueno estas bien y eso es lo que importa. Supongo que vas a tu casa así que déjame llevarte-- dijo Karma.

Al principio la joven se negó pero la persistencia hijo que aceptara, al final seguían siendo amigos.

Las cosas apartir de aquí fueron rápidas ya que ambos mantenían una conversación fluid, al final al llegar a la casa de la chica de gafas esta pidió que se quedara a cenar lo cual este acepto.

Ya adentro de la casa ambos cocinaron, no eran los más grande cocineros pero podían lograr buenos resultados juntos. Cuando terminaron de cocinar ambos se sentaron a comer y hablar un poco más.

--¿Así que tu proyecto de sangre artificial fue exitoso? -- Karma dirigió su vista y atención a esta.

--Claro que si, gracias a Takebayashi pudimos lograrlo -- expreso la joven con total calma.

--Ese proyecto salvará al mundo sin duda ¿Ya tienen inversionistas? --

--No... aún nadie sabe de ese proyecto -- sonrio levemente la chica esperanzada en que todo salga bien-- ...En serio quiero que este proyecto salve vidas.

--Ah, tienes suerte de tener un amigo burócrata ahora mismo-- mostro una sonrisa arrogante de parte del pelirrojo-- Presenta mañana mismo el proyecto al gobierno, te aseguro que lo aceptaran.

El rostro de la chica de trenza se le iluminó en un instante, para el pelirrojo ver esa expresión no tenía precio y en ese mismo instante decidió dar un pequeño ataque.

--Sabes primero tienes que dejar que te ponga de apodo "Linda Manami " --su sonrisa enseguida se volvió juguetona, por su parte Okuda entro en pánico.

--P-pero...-- enseguida fue como si su mente hiciera corto circuito con las mejillas rojas, era muy mala expresando sus sentimientos . Karma no puedo evitar reír.

--No has cambiado mucho Okuda, cálmate no te llamaré así--

De pronto su honesta compañera pareció calmarse mientras que el pelirrojo aún la observaba, había sido un ataque falso todo aquello. Su verdadero golpe lo daría en un momento más adecuado.

Al poco de terminar se levantó de la mesa agradeció la comida y se despidió de Okuda.

Ya en camino a su casa el pelirrojo recordaba aquello, sabía que se acercaba aquel momento crucial en donde su vida y no pensaba en fallar. Al final cuando Karma apuntaba a algo nunca fallaba.

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