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Los amo chiquitos hermosos.

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Zayn mantenía el ceño fruncido mientras veía a su mejor amigo, quien parecía muy animado mientras sostenía su teléfono, se giró para mirar a Liam y este estaba igual o más confundido que él, ya ninguno de los dos entendía a Harry en lo absoluto, no sabrían si llegaría enojado o siendo una dulzura, y suponían que todo eso se debía a la entrada de Louis a su vida.

—Mmh... Harry, recuerda que tiene que ir a renovar la patente de la tienda, tiene que ir a hacer unos trámites a más tardar mañana— Carraspeó tratando de establecer algún tipo de conversación a través de la tienda. —Harry... ¡Hey, Harry!

—¿Ah? ¿Sucede algo, hermano?— Levanta la mirada como si nada, aún con el celular descansando entre sus manos. —¿Hablaste?

Recordando que debía contar de cien hacia atrás, se calmó, respirando de manera lenta, puesto que su mejor amigo a veces era tan idiota, que lograba sacarlo de sus casillas y ahí era cuando necesitaba Niall, junto con su "¿Qué hemos dicho de querer matar gente? Irás a prisión y yo no recibiré a un convicto en casa" Suspira, sin su novio, sería más amargado de lo que ya era.

—Te recordaba tus deberes como el dueño de este lugar, tienes que ir a renovar la patente y hacer unos tramites, claro, si quieres seguir manteniendo este sitio— Deseo soltar un gruñido, odiaba repetir lo que decía, otro detalle más por el que no debía tener hijos con Niall.

—Si, de hecho eso iba a hacer.

Le ve levantarse y colocarse su chaqueta de cuero, encima de aquella playera de color gris y skinny jeans negros, acomodando su cabello antes de despedirse con una mano y salir de la tienda.

—Eso... fue raro— Dijo Liam al aire mirando la misma escena de Zayn.

—Es Harry, ¿qué va a tener de normal él?

El resto de los días se mantenía similar, con un alto rizado sin despegarse de su teléfono, sonriendo como idiota mientras tecleaba rápido, los únicos momentos que se despegaba, era cuando tenía que trabajar, ya que si fuera por él, no lo dejaba de lado ningún momento del día.

—Lo llevé a comer, fue bastante cómodo, puesto que tenemos casi la misma edad, ambos nos sentimos bien junto al otro, pero el problema es que aún recuerda a su antiguo novio...— Liam suspira, antes de mirar al frente. —¡Zayn! ¿Me estás escuchando o no? Estas igual de distraído que Harry.

—A mí me respetas mocoso— Dice volviendo su vista al menor. —Si te escuché, entonces déjalo de lado y sigue buscando a alguien, eso es lo que te he visto haciendo estos últimos años, vas de chico en chico, de cita en cita, ya no me sorprende que no salga nada bien.

—A veces me pregunto cómo Niall está contigo— Susurro y más para él, que para el mayor, logrando captar la mirada asesina de Zayn.

—¿Qué dijiste?

—Que Niall y tú son los mejores— Nervioso alza sus pulgares mostrando también su gran sonrisa, pero Zayn solo rodo los ojos y volvió a mirar a Harry. —¿Qué tanto le ves?

—Desde hace días que está como idiota y antes que lo digas, lo sé, siempre es una idiota— Se adelantó dejando al menor con las palabras en la boca, soltando un suspiro. —Me preocupa un poco...

—Quizá es Louis, sabes que es la única persona que tiene idiotizado a Harry, porque no creo que alguien le gane al amor que siente por él— Se encoge de hombros, volviendo a su lugar.

Por un segundo pensó que se trataba de Louis, pero el más alto no lo había visto desde la última vez que vino a la tienda y de ahí, no sabía nada más de él, así que era algo imposible que fuese él, a menos que Harry hubiese omitido información y no le haya contado nada.

—Na-

—¡Harry!— La campanilla de la entrada y una voz aguda la interrumpió, dejando ver al castaño entrar a la tienda. —Oh, hola Liam, hola Zayn.

—Hola Lou— Saludó Liam animado a su antiguo crush.

—¿Vamos, Louis?— Pregunta Harry levantándose de su lugar, mientras sostenía el resto de sus cosas, así recibiendo un asentimiento del más joven.

—Claro, vamos.

—Alto ahí, ustedes dos, ¿dónde van?— Frunciendo el ceño y al parecer el único ajeno a todo, detiene a ambos jóvenes.

Y cuando habló, obtuvo la atención de su mejor amigo, quien le sonríe con nerviosismo, como un hijo cuando su madre le regaña, dejándolo en su lugar.

—Invite a Louis al cine para pasar la tarde, ya sabes hermano, no tengo más citas en el día y Liam puede encargarse a la perfección, déjame salir, anda— Juntando sus manos le rogó al mayor, no quería echarse para atrás.

—¿Por qué siempre me dejan el trabajo a mi?— Lloriquea Liam es ocultándose entre sus brazos, sobre la mesa en la cual trabaja haciendo sus diseños.

—Esta bien, pero de regreso, tú y yo vamos a hablar— Advirtiéndole dejó que ambos chicos fuesen al cine tranquilo.

—¿Por qué? ¿Cuándo será el día que salga de cita y diga: "Harry puede hacerse cargo"? ¿Por qué siempre yo?— Se quejaba Liam.

—Nunca y ahora cállate, me das dolor de cabeza.

No fue hasta la noche que debían cerrar la tienda, que pudo observar a Harry y Louis regresar, despidiéndose pasos antes a ellos, con un beso en la mejilla, no es un simulacro, CON UN BESO EN LA MEJILLA, ¿DÓNDE QUEDABAN LAS COSTUMBRES DE LA CULTURA TRADICIONAL? ¡SE ACABABAN DE DAR UN BESO EN LA MEJILLA!

Observó a Liam de reojo y al parecer él también tenía ese debate interno, ninguno esperaba que Harry vaya tan rápido con Louis.

—¿Ya vamos a cerrar?— Cuando estuvo cerca de ellos, se podía notar sus mejillas sonrosadas.

—Estamos en la hora y ya no había nada más que hacer, así que vamos a cerrar por hoy— Responde Liam por ellos mientras que bajaba la cortina de metal que protegía la fachada y colocaba el candado.

—¿Qué les parece ir a un bar juntos?

Y ahí se encontraban, los tres sentados en la barra, cada uno con un trago diferente a su gusto. Liam a la izquierda, Harry al medio y Zayn a la derecha.

—¿Niall no se preocupará si no llegas pronto a casa?— Fue Liam mientras daba un sorbo de su Vodka con naranja.

—Termina su turno en el hospital a las diez, ya le mandé un mensaje, así que me vendrá a buscar para irnos juntos a casa— Se encoge de hombros. —Pero el problema no soy yo, me gustaría saber, ¿Qué pasa entre Harry y Louis?

—Es un poco largo...— Muerde su labio mientras jugaba con el borde de su vaso.

—Anda Harry, te escuchamos.

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ENTRE FLORES Y TATUAJES | LARRY STYLINSON | ADAPATACIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora