Promise

“Sentada en el suelo a solas, me dejaba llevar por mis pensamientos que crecían cada vez más ”

El viento sopla y mueve mis cabellos, observo hacia el cielo, a las nubes oscuras que están en él.
Tan llenas de lluvia, como yo de lágrimas. Ellas se desahogan, y yo no puedo. No pueden herir a alguien con cinco gotas, yo puedo lastimar a muchas personas con tan solo una lágrima.

Las palabras hirientes que me fueron dichas, resuenan en mi mente en todo momento, pero una voz las interrumpe.

— ¿Qué pasa? — me pregunta.

— Las personas, el mundo, el universo... Ninguno de éstos acepta mi existencia — contesto. — Nadie me nota, y cuando lo hacen es solo para destrozar me... Y no piensan en lo que siento después de que me insultan y critican.

— No es cierto, yo estoy contigo y sé lo que sientes.

— Pero no me ayudas, cuando necesito de ti, nunca estás. Simplemente no sabes, y aunque digas que si, tú no has sido quien recibe todo lo malo.

— Yo lo sé, por que te conozco muy bien y siento tu dolor, somos
demasiado unidas. Estaré a tu lado siempre y no te dejaré sola.

— Demuestra lo... Demuestra me que en éste momento estás conmigo y no sólo hablas por hablar. Miraré para atrás y te quiero observar. Quiero que estés ahí. No quiero ver el vacío.

Sentí por última vez el viento en mi rostro, mire hacia atrás... Nada, nada, nada, no hay nadie ahí, comí siempre he estado y estaré sola en éste mundo de porquería.
Lo prometió y no la veo, solo la miro en mis momentos de soledad, ella solo habla y no cumple. Ya no quiero estar aquí, pero tampoco puedo dejar éste lugar.

Un paraíso verde y solitario, los animales son libres, no se tienen que esconder de los humanos, los árboles y plantas intactos, ninguna persona a corrompido en éste lugar. Pero no siempre puedo estar aquí, no mientras todos me sacan.

Uno... Dos... Tres

— Hey, hey. Scarlet, te estoy hablando.

— Oh. Hola Fredy, pero ahora no soy Scarlet, soy Clara — aclaro antes de seguir hablando.

— Está bien. Clara

— Y ¿qué me decías?

—¡No me escuchaste! — Dijo con cara de indignado.

Rodé los ojos, ante su drama — Sí, sí te escuché, te presté atención todo el tiempo.

— Dime que fue lo que te dije.

— Preguntaste si quería ir contigo y con Lola, a tomar un café.

— Sí, eso fue lo que te pregunté hace quince minutos, y  tú nunca me contestaste, solo tarareabas una canción. ¿Cómo se llama la canción?

— No lo sé, simplemente la melodía se vino a mi mente, creó que la escuché en alguna tienda o en algún mix de You Tube, pero honestamente no recuerdo bien.

— Okey... Entonces te llegarás a la cafetería que está enfrente de mi casa.

— Eh... Sí... Si, allá te veo.