Creazione y Distruzione

El Reino de Lilith

Ni recuerdo cuantos milenios hace que nací. Desde mi nacimiento, sin buscarlo, y sin ni siquiera saber como, todo el poder que imbuía a esta pradera descansaba en mí. Lo he llamado Mneuma, el poder el Alma. Con él se pueden hacer infinidad de cosas, como por ejemplo, crear fuego de la nada, agua, o incluso hacer crecer vida vegetal o crear montañas. Puedes dominar el viento y surcar los cielos. La vida ha ido creciendo notoriamente desde entonces. Ya no vivimos en aquella pequeña pradera que mis hijos crearon, ahora habitamos un basto mundo lleno de color y verdor.

Como la oscuridad de la noche y la absoluta nada de este lugar llamado Unvo, siempre me asustó de pequeña, cuando tuve el poder suficiente, creé una gran bola de fuego a la que denomina Cestia. Con el transcurso del tiempo, esta esfera fatua avanza sobre el Unvo provocando así los días y las noches. Con mi Mneuma de agua, cree ríos y mares, donde surgió nueva vida sin darme cuenta de ello, a razón de cada ecosistema. La vegetación es infinita, animales nuevos no dejan de surgir. Unvo es un lugar lleno de maravillas creadas a raíz de mi propia existencia. Cada amanecer hay un lugar nuevo que explotar, que se ha formado mientras dormía. A veces son Zely y Lafy los que crean nuevas estructuras para ponerme a prueba.

Todo esto es maravilloso, para una temporada. La compañía de Zely y Lafy no es suficiente para saciar este sentimiento. Vivo sola acompañada de dos hadas de luz que me crearon porque se sentían solas, y aunque ellas se sientan saciadas, soy yo la que ahora me siento muerta en este basto universo de vida.

¿Soy una egoísta? ¿Una mala madre? ... Madre, ¿acaso soy yo la madre de Zely y Lafy? ¿No serían ellos mis padres? Pues me crearon. Cuando el Universo tal y como se conocía no era más que una extensión de nada y oscuridad en la que deambulaban Zely y Lafy.