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Capítulo 22

And everything is falling into place

And then we move again

So take the curve and move along

Until we're gone, we're moving on

Travis – Moving


Hoy es el cumpleaños de mi hermana y aún no he comprado un regalo.

Soy la peor hermana del mundo, lo sé.

En mi defensa debo admitir que pensé en algo diferente a todos los años, ya que siempre recurro a mis buenos amigos los libros. Este cumpleaños merecía ser algo distinto pero... ¿qué?

Sean iba a pasar por mí a la salida de mi turno en la librería. Hoy porfín habían llegado las tazas con diseño y eran hermosas, mis favoritas eran las de Los Juegos del Hambre. Ver las frases de mi precioso Peeta con letra cursiva eran la gloria. Me sentía como Gollum con el anillo entre sus manos. MY PRECIOUS!!!

Una vez ordenadas en la repisa especialmente diseñada para ellas, comienzo a atender y ofrecer el servicio de la cafetera. En general, los viernes y sábados eran los días con mayor concurrencia, por lo que el día se me pasó bastante rápido. 

El Sr. Dahl se fue a las seis de la tarde y, cuando ya estaba cerrando mi turno, veo el jeep de Sean estacionado afuera. Una sensación en mi estomágo se instaló y yo no sabía con claridad si eran nervios o un gas.

Esperaba que fuera la primera.

Apago las luces y me encargo de poner la seguridad en la entrada. Camino hasta donde está Sean apoyado en su jeep y la verdad, me comienzo a preguntar en cómo debo saludarlo.

La luz de las calles de San Diego le dan un aspecto favorecedor. Siendo sincera, desde la primera vez que vi a Sean supe lo guapo que luce, la atracción que sentí fue inmediata y es por ello que me había propuesto escapar de las garras de una nueva decepción por parte de un chico. Entregar algo tan valioso a un idiota que sólo lo hizo por hacer un favor me hizo ser dura con el género masculino, sobre todo cuando lucen como un Sean Evans.

Se acerca a mí al mismo tiempo en que mis pasos me llevan hasta él, entonces toma mi cara entre su manos.

-Ven aquí –dice antes de besarme tiernamente. No puedo evitar soltar una risita nerviosa sobre sus labios porque, maldita sea, esto se estaba sintiendo demasiado bien. 

Cuando nos separamos le pido que me acompañe a una tienda de regalos que está cerca. Asegura el vehículo y caminamos con las manos entrelazadas.

Se sentía muy raro todo, pero... pa' allá vamos.

Sean ya había comprado un presente para mi hermana, así que cuando elegí algo que pensé le gustaría a Amber, nos fuimos a mi casa.

Faltaban veinte minutos para las nueve de la noche y ya se escuchaba algo de música, los invitados estaban citados a las ocho y treinta, o sea que había comenzado hace sólo diez minutos por lo que Lucy y Woody ya debían estar ahí.

Antes de bajar del jeep, la mano de Sean toma mi brazo para acercarme y darme un beso profundo y más intenso que el anterior. Casi por instinto tomo su mandíbula con mis manos, sintiendo la suavidad de su piel afeitada.

Al abrir la puerta puedo ver  al menos a diez personas en mi casa, entre ellos mis amigos, compañeros de escuela de Amber y al vecino Billy por supuesto. También doy con la mamá de Sean conversando con Rosa, así que aprovecho que Amber está cerca para soltar la mano de mi acompañante y darle un abrazo a mi hermana. A pesar de que ya la había saludado en la mañana, cuando fuimos con mamá a su habitación y la despertamos para darle un desayuno de cumpleaños. Siendo una hermana totalmente considerada, la desperté saltando sobre ella. 

When A Fire Starts To BurnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora