Hace mucho tiempo existía un hombre que viajaba con la única compañía de su espada y un caballo, el ayudaba a los aldeanos por un poco de comida y un lugar donde descansar, algunos los consideraban un héroe, otros un noble caballero, sin embargo todos coincidan en que era un hombre solitario y frió.
Él no fue siempre así, una vez su corazón fue cálido y brindo una sonrisa sincera a una humilde doncella de alma pura.
Se amaron con cariño sincero, ella fue la única capaz de entra a su corazón, era diferente a las demás mujeres
Que solo veían su apariencia y cobrara por sus servicios de protección y fingían ser unas ''inocentes, damisela en peligro'' como pretexto para que las ayudara.
En cambio ella procuraba hacer todo por sí misma, ella veía más allá de la apariencia, posición económica y demás detalles, su mirada profunda y pura, tal vez porque veía con los ojos del alma.
Por un tiempo el hombre se estableció en aquel lugar, Hasta que un día llego una criatura, poniendo en peligro a los habitantes y su amada.
Aquella bestia lo desarmo y cuando estaba a punto de morir en sus garras, su amada se atravesó recibiendo la mortal herida, el de inmediato la llevo con la curandera del pueblo, pero fue demasiado tarde, susurro un suave te amo antes de cerrar sus ojos para siempre.