El agudo canto del timbre anunció el fin de las clases. Lo normal era que los alumnos empezaran a recoger sus cosas con rapidez para pronto irse a casa.
Ella también normalmente hacia esto, pero hoy no. Hoy era otro día."¿Bea, no te vas?" Le preguntó su compañera de mesa, quien ya estaba lista para salir. Bea levantó la mirada de su cuaderno de matemáticas y negó con la cabeza. "Quiero terminarlo ahora, o me olvidaré cómo se hace." Fue su mísera excusa.
Pero Clara era tonta. Clara se creía todo lo que le decían, por lo que creyó sus palabras a pesar de lo extraño que le parecía su razonamiento.
"Bueno... ¡Hasta mañana pues!" Se despidió, echandose a correr al pasillo. No tuvo que mirar para saber que la dirección al que estaba yendo era donde la clase de las chicas populares.No era misterio alguno que la boba de Clara estaba intentando integrarse en el grupo, pero esas chicas nunca la considerarían parte de su clique de amigas. Que estuvieran usando a Clara como su esclava personal y de sujetamochilas no era más que por culpa de Clara, por ser tan tonta.
La idiotez debería ser un pecado, era lo que pensaba Bea. Le disgustaba la gente sin cerebro y sin sentido común. Igual por eso no se llevaba bien con ninguno de su clase.
Poco a poco, las aulas y los pasillos fueron vaciandose. Cuando el sonido de los pasos, las sillas y el habla se dispersó, un extraño sentimiento le invadió.
El silencio era relajante. Ver el total vacío de la clase y sentir el fresco viento que entraba de la ventana le hacia sentir como si fuera la única humana restante en el mundo.Pero Bea sabía que eso nunca sería posible, ya que los demonios nunca dejarían de perseguirla. Siempre estaban a sus espaldas, acechandola en sus momentos vulnerables o cuando estuviese sin compañía, pues tal era la naturaleza de los demonios.
Ella nunca estaría sola.
Para los demás, esa frase seria muy conmovedor, incluso inspiradora. Pero en el caso de Bea, era de todo menos eso.
Para ella, era su manera de vivir.
"¿Estás aquí?" Preguntó a la nada. La única respuesta que hubo fue su propio echo. Un segundo de alivio le invadió al saber que los demonios no habían venido.
Pero se relajó demasiado pronto."¿Te lo has pensado?" Fue la pregunta inmediata de la nueva presencia detrás de ella.
Durante todo este rato, Bea nunca dejó de escribir. Sus manos seguían resolviendo las ecuaciones de segundo grado a la vez que pensaba en qué contestar, en cómo debería reaccionar, o si debería echarse a correr.
El demonio parecía leerle la cabeza, y soltó una risa corta. Bea no quería enfrentarle cara a cara aún.Las garras del demonio acariciaron su cuello desnudo, provocando que un escalofrío recorriera el cuerpo de Bea.
Definitivamente no quería ver la expresión de regocijo de la criatura diabólica.
"¿Te lo has pensado?"
Le tomó 10 segundos para reunir el valor y contestarle su respuesta definitiva. Una respuesta que seguramente cambiaría la vida de Bea por completo, por lo que tenía que dejar muy claro su mensaje.
Con una voz que sorprendentemente no tembló, Bea respondió:
"Sí."Imaginó la sonrisa del demonio estrechandose de par en par.
"¿Y cuál es tu respuesta?"Tick tock, tick tock.
Bea no respondió.
"He dicho, ¿que cuál es tu respuesta?" Preguntó otra vez con un tono más amenazador.
Se estaba poniendo impaciente, y Bea lo sabía.
Respiró hondo, y se preparó para lo que le esperaba. Tenía que hacerlo."No."
Su respuesta dejó al demonio completamente estupefacto.
"¿Qué has dicho?" Fue la reacción retardada de la criatura.Bea se giró, y por primera vez en meses, le miró directamente a sus oscuros ojos vacíos sin compasión, pero en vez de mostrar ese miedo titubeante de siempre, le sorprendió con una enorme sonrisa.
"No." Repitió.
...
Miércoles, 23 de Mayo. Desaparecida chica de 15 años: Bea Miller. Fue vista por sus compañeros de clase la última vez a la salida del instituto. Llamen al número xxx-xxx-xxx si es vista o si se sabe alguna cosa.
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LO PROFUNDO
RomanceManos que salvan Manos que atrapan Obstruyen tu camino Cambiando el destino Libérate, tú que has sido elegida Para ser entregada Pero nunca devuelta