Todo lo que nunca te dije.

Atreverse.

   

   7/02/2020  10:20 pm

   

    Esta semana ha sido particularmente estresante para mí, estamos en semanas finales del semestre en la universidad y pasé muchas horas terminando láminas de dibujos, dibujo es una de las materias que más me ha costado, sin embargo la profesora valora mucho el esfuerzo que he puesto en lo que he hecho, y saqué muy buenas notas. Ya solo nos queda una semana para al fin culminar semestre, no tendré vacaciones porque adelantaré una materia, pero aunque sea unos días de respiro será suficiente.

     Antes de escribir esto, estaba observando un dibujo que me regaló una de las niñas a las que les doy clases en la iglesia, y empecé a pensar en cuan genuino y desinteresado son los gestos que los niños hacen hacia nosotros. A medida que crecemos creo que nos olvidamos de que cuando éramos niños amábamos y perdonábamos con facilidad, era parte de nuestro día a día en la escuela, reconciliarnos a los 10 segundos con nuestros amigos, no pensábamos en exceso las cosas. Al ver el dibujo sentí mucha paz, pensé, se tomó el tiempo de dibujar y pintar este dibujo, invirtió tiempo en eso, fue segura a dármelo, y digo esto porque nosotros dudamos mucho en muchas situaciones. Será que le gustará?, Será que lo llamo?, y así se nos va el tiempo y no terminamos haciendo nada, no me malentiendan tampoco estoy queriendo decir que tenemos que llevar a cabo cualquier pensamiento que se nos pase por la cabeza, pero sí aquellos que sabemos que pueden mejorar la relación que tenemos con los demás. Yo sé que muchas veces es difícil y cuesta dar ese paso pero está en nosotros cambiar esa situación.

    Dando un ejemplo de cómo los niños hacen cosas de manera tan espontánea, cuando estaba en 5to grado en la escuela primaria teníamos unos 10 años, nuestra profesora de curso se enfermó, así que nos pusieron a un profesor suplente, era bastante joven, unos 26 años o algo así. El caso es que este profesor era muy sonriente y bueno a una compañera en particular le gustaba el profesor, y se le ocurrió simplemente un día decírselo, el profesor por alguna razón se lo dijo al director de la escuela, cosa que me pareció extraña, ya que sentía que él podía solucionar el problema por su propia cuenta, pero el caso es que el director vino al salón a darnos una explicación extensa de que no estaba mal que nos gustara alguien pero obviamente no a esta edad y mucho menos con el profesor, a todos nos pareció una situación graciosa, y todos hablamos de la audacia de nuestra compañera por decir aquello. Mi mamá de hecho por esa época pensó que a mí me gustaba el profesor, de hecho me reía bastante con el profesor en clase y hasta le organizamos una fiesta sorpresa por su cumpleaños, pero en ese momento eso yo no lo consideraba que me gustase, lo veía más como un hermano mayor, admito que hasta lloré cuando el profesor terminó de suplantar a nuestra maestra, y que no me aceptó la solicitud de Facebook nunca jeje, pero bueno cosas de niños, que al recordarlas hoy me dan mucha risa.

    De vez en cuando podemos tener esa audacia que tienen los niños, no tienen miedo de fracasar o equivocarse, espero que puedas encontrar paz en las pequeñas cosas de tu día a día, que aprecies a las personas que Dios te ha permitido conocer, y siempre busques mejorar el vínculo con ellos. A través de mi relación con Dios, él me ha enseñado a valorar aún las pequeñas cosas, me ha enseñado a perdonar rápido como los niños y a prestar más atención a lo que los demás sienten. No siempre hago lo correcto, no todos los días me atrevo, cada día continúo aprendiendo, lo importante es que siga confiando en que él tiene el control de todo, y que me acompaña todo el tiempo en este camino.

N. R   "Todo lo que nunca te dije"