El día en que me hablaste no pude pronunciar alguna palabra, mi garganta ardía y arde por qué no estás tú para refrescarla.
Sueles mirarme fríamente y yo me pierdo en ti, en tus labios, en tus pecas, no te buscaba pero te encontré y por favor cariño mío nunca más me dirijas la palabra me muero por que lo hagas, pero es la necesidad tan tuya tan mía de dejar espacios blancos en está historia solo para dejar verdaderamente claro que entre tu y yo siempre habrán misterios, misterios que te juró cariño mio que nisiquiera tu y yo decifraremos.