⌗𝘄𝗲𝗱𝗻𝗲𝘀𝗱𝗮𝘆 ❜

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Volví a tener conciencia al día siguiente gracias a un molesto rayo de sol que coló por la pequeña separación que había entre las dos cortinas del ventanal de la sala de estar... Espera, ¿sala de estar? Juré haberme acostado en mi habitación junto con Jisung. Entonces decidí levantarme en busca de mi pareja y fue fácil encontrarlo en un lugar tan pequeño como lo es nuestro departamento, estaba en la cocina preparando el desayuno, huele bien y él también, pude sentir su dulce aroma aún estando lejos de él y pude diferenciarlo de los otros aromas en la habitación. Era impactante tener esa habilidad.

— Hola, cielo. — le sonreí mostrándole mi emoción al encontrarlo dentro de la habitación.

— Oh, hyung, ya despertaste. Buenos días, ¿dormiste bien?

— Me duele un poco la espalda por el sofá, pero no es la gran cosa.

— Intenté despertarte para ir al cuarto, pero no reaccionabas así que no me quedó otra opción que cubrirte e irme. Lo siento.

— Oh, no, yo lo siento. Siempre te esfuerzas mucho en despertarme.

— Y vaya que mucho. Eres como un oso, tú no duermes, inviernas. — se burló de mi y eso me hizo sentir mal, me deprimió escuchar sus carcajadas, no era mi culpa tener el sueño pesado, era de mi organismo. — Oh, hyung, era broma, no quería hacerte sentir mal.

— No importa. — sonreí vagamente tomando asiento en las sillas del comedor correctamente ordenado y con cosas puestas sobre la mesa. Decidí tomar café, así que tomé mi taza negra por fuera y roja por dentro. Le puse una cucharada de café y sin añadirle azúcar.

Odio el azúcar, pero lo amo a él y su dulzura.

— Uhm... Me disculpo de nuevo si lo hice sentir mal, hyung. — puchereó el menor y observó todos mis movimientos, entonces lo ví sobresaltarse en su lugar y quitarme la taza de golpe pero con sumo cuidado para que no se cayera fuera del contenedor. Lo miré extrañado. — ¡No consumas nada sin tomarte tus pastillas antes! Es la regla, ¡no la rompas!

— No creo que sea tan grave, bebé. — puse mis manos en mi cintura mientras seguía mirándolo.

— Puede ser grave, el doctor nos lo ha dicho a ti y a mí, y más si es café, Lee Minho. — dejó el objeto que contenía mi líquido despertador matutino sobre la mesa y dió un paso adelante, parándose frente a mi mientras fruncía su ceño y gruñía como un perrito enrabiado.

— Bueno, bueno. Iré por ellas, dame un segundo. — fuí a la habitación y tome el pastillero, sacando las pastillas de la casilla del día miércoles y me las metí a la boca, tragándolas en seco como lo hago usualmente. Luego fuí nuevamente junto a Jisung y abrí mi boca sacando mi lengua para demostrarle que ya las había ingerido.

— Bien, toma. — sostuvo la taza y me la devolvió inflando sus mejillas. Mejillas que me habían enamorado.

— Pareces una ardilla. Una linda ardilla. — le dí un sorbo a mi café, sintiendo como empezaba a quemarme el interior, pero de una manera muy satisfactoria debido a que sentía mi cuerpo entumido y dejé mis labios en la orilla de la taza. Solté un suspiro y reí de manera leve al ver a Jisung algo enfadado por lo que acabo de decir, pero sé que no era en serio y solo quería jugar.

— No da risa.

— Sí la da, ardillita. — besé su frente y me fuí a sentar.

— No la da. —se volteó y me dejó un plato con unas tostadas y huevos fritos frente a mí. — Provecho.

— ¿Y qué hay de ti, Sunggie?

— Ya lo hice. Despertaste muy tarde, son las dos de la tarde ya.

— ¿Qué? — no lo creía y entonces miré el reloj de la pared y noté que era verdad. ¿Tanto había dormido?, ¿me estaré convirtiendo en un oso de verdad?

— No te culpo, sabes que los martes te duele mucho más la cabeza que otros días.

— ¿Dolor? No recuerdo haber tenido alguno ayer.

— Uhm... Qué extraño. —se le veía nervioso. —Te quejabas mucho. Quizás lo imaginé, le echaré la culpa al cansancio, debo descansar más.

— No te preocupes, calma. Quizás me dolía tanto que no recuerdo qué pasó o porqué lo hacía... Ahora, hablando de descansar, ¿tus vacaciones van bien?, ¿no te has comunicado con tus compañeros?

— Sip, todo bien. Pero me dijeron si podía avanzar con un trabajo grupal para el próximo semestre, así que me verás trabajando más tarde.

— Oh vaya... Comprendo, te haré compañía. — disfrutaba y me gustaba estar a su lado cuando hacía sus tareas. Mi bebé es muy inteligente.

— Está bien, hyung. — le revolví sus cabellos con cariño.

Y tal como dije, ahí estaba, haciéndole compañía en su estrés. La verdad, no entendía nada de lo que estaba hablando y escribiendo en su computador, es complicado, interesante pero complicado.

Leía todo concentrado hasta que ví como se agarraba los cabellos de la frustración y comenzaba a hacer un grito ahogado.

— Hey, Sunggie, tranquilo. Toma un descanso. — me levanté para ir a la cocina a preparle una taza con té caliente para que pudiera calmarse. Cuando iba de vuelta, una punzada en mi cabeza me hizo arrojar la taza y agarrarla entre mis manos porque el dolor se hacía más y más insoportable. Quizá a esto se refería Jisung antes.

— ¡Minho! — vino corriendo porque pude sentir sus zapatillas chocar contra el suelo y se arrodilló frente a mí tomando entre sus manos mis mejillas. — ¡¿e-estás bien?!

— S-solo quería hacerte un té...

— No hagas nada que no te pida, ¿bien? Vamos, te ayudaré a recostarte. — no podía rechistar en este estado así que le dejé que tomara mi brazo, lo envolvería alrededor de su cuello y me llevara al cuarto acostándome al instante. Pude ver cómo traía una medicina y me hacía abrir la boca, seguro era para el dolor, así que no dudé en hacerlo.

— L-lo siento... Quería que te relajaras y solo logré darte más estrés... — las lágrimas se deslizaban por mis mejillas de un instante a otro. Era una pena, yo daba pena.

— Me estresaría si algo le le llegara a pasar, hyung. — acarició mi mano con suavidad en un compás y la besó.

— P-pero...

— Nada de peros, me quedaré aquí cuidándote el sueño hasta que mejores. Por favor descansa...

Pero no puedo seguir escuchando la última parte porque ya me estoy durmiendo, lo siento mi pequeño príncipe.

Así son los miércoles.

◞♡°

1074 palabras.
Nanay.

𝐓𝐇𝐄 𝟕𝐓𝐇 𝐏𝐀𝐑𝐓 𝐎𝐅 𝐌𝐄 ー minsung.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora