ѕσℓσ ραяα мι

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¿Gente chismosa?, ¿les ha pasado que hayan dicho cosas sobre ustedes que no son? A mi sí, ha pasado desde hace un mes, yo era una de las mejores de mi clase, al ser así muchos me han pedido ayuda y es a partir de esto que mi vida se volvió fría y solitaria, por culpa de un chisme y habladurías de las chicas de mi clase que eran mis amigas.

Fue un día normal para mi, durante el receso conversaba con mis "amigas" Y compañeras de clase, Konan, Karin y Tayuya, el problema comenzó por Karin quien nos contaba a cerca de Suigetsu un chico de nuestra clase que le interesaba.

-¿En serio? -preguntó Konan emocionada -, ¿como fue?

-Calma Konan, solo me acompaño a casa -respondió Karin, que se sonrojaba.

-Deberías invitarlo al cine o el Karaoke -comente divertida, a lo que ellas rieron levemente.

Tayuya comenzó a hablar de consejos para mejorar su relación y que sea un noviazgo oficial, algo que a mí no me interesaba, camine hacía mi lugar en el salón y me dispuse a revisar mi mochila cerciorandome de que llevará mi tarea y así era, hasta que cierto peliagua se acercó a mi algo apenado a simple vista.

-Sakura, ¿Me ayudas con los deberes de inglés? -dijo en tono de suplica a lo cual yo reí y me burle.

-Deberias haberlo hecho tu Suigetsu -regañe tratando de bromear.

-Por favor, Sakura-sama -junto sus manos a forma de oración y yo sonreí divertida dejándole mis apuntes.

En ese momento nunca pensé que por culpa de ese suceso mi vida cambiaría.

A los pocos días mis amigas no me frecuentaban y la mayoría pasaba a ignorar me, pensé que algo malo pasaba y en un mal día fui al lavabo, pensaba en lo que pude haber hecho para que su actitud hacía mi cambiará de un día para otro, pronto escuché pasos en el pasillo y como un presentimiento entre a uno de los cubículos para que no me vieran, gran error.

-No les parece que Sakura, ¿es una cualquiera?

Reconocí esa voz perfectamente, era Karin.

-Si, ya me parecía raro lo que dijo, será guapa pero creo que se lo está tomando muy en serio -dijo Tayuya con burla, la podía oír perfectamente.

De pronto mis ojos se llenaron de lágrimas, la razón por la que poco a poco se alejaban era esa, un malentendido, en mi mente lo único que podía decir era: Se equivocan.

-Ella sabía perfectamente que Suigetsu me gustaba, el día que le conté se le insinuó prestándole los apuntes -hablo Karin empeorandolo todo, no fui yo quien se acercó, fue él. Pero no era con las intenciones que ellas decían.

Quise pretender no seguir escuchando pero fue en vano mis oídos no paraban de oír.

-Todo el mundo ya lo sabe -dijo Konan de pronto -, de eso me encargado yo

Las risas no se esperaron oír mientras yo lloraba encerrada, si todos lo sabían lo pasaría sola por el resto de la preparatoria.

Y llegado a este punto ya no podía comer mi almuerzo en el comedor estudiantil, ni siquiera podía quedarme en el salón, la vista de todos me miraba acusadora mente, los perjuicios a modo de susurros se oían al yo estar en los pasillos o en patio, ningún lugar me gustaba ya porqué solo decían que yo era una cualquiera, roba novios y que mis buenas calificaciones se atribuían a haber estado con los maestros.

Mi mente divagó y sin soportarlo más busque un lugar solo para mí, un lugar que me diera paz, que nadie supiera dónde estaba en los recesos y que al menos mi cabeza no se llenará de chismes en el receso o la hora del almuerzo.

Encontré ese lugar, era un lugar deshabitado casi nadie estaba ahí durante el receso, el salón de química.

Comía ahí mi almuerzo y pasaba mis ratos ahí, ahora mis me encontraba mirando mi caja de almuerzo mientras pensaba en la posibilidad de cambiar de preparatoria, pero eran opciones nulas ya que mi madre no paraba mucho en casa, mucho menos mi padre.

De pronto de un lugar de la mesa un muñeco en forma de serpiente color morado salió, era un marioneta muy graciosa con la lengua afuera, me causo gracia y sonreí inevitablemente.

-¡Ey! ¿Por qué tan triste señorita? -una voz infantil hizo hablar a la marioneta, y una cabeza se asomó.

Era uno de los maestro más jóvenes, Sasuke Uchiha, esté me miró con la cara sería y los labios cerrados pero la marioneta siguió hablándome: -Las caras largas no van bien con tus ojos -dijo aquella serpiente, el profesor parecía ser un ventrílocuo profesional.

-Es usted muy amable, además de un excelente ventrílocuo -Sonreí alegre mientras lo decía, en realidad esto me había animado, más no contestó.

-Pero si él no ha hablado, he sido yo -aquella voz era muy peculiar, era tan alegre, pero la cara del dueño era muy sería, no parecía que el fuera el que lo hiciera hablar.

-Muchas gracias Serpiente -agradecí acariciando aquella serpiente.

La mano del profesor bajo y se quitó el títere y habló.

-Su nombre es Aoda, quiso animarte, parece que no tienes buenos días Haruno-chan -aquel distintivo me pareció muy tierno viniendo de él, por lo que me sonroje automáticamente.

-Muchas Gracias -trate de ocultarlo pero de pronto él sonrío, una sonrisa tan bella, parecía burlarse.

-A veces tenemos que ignorar a la gente, es decir ¿Por qué tiene que afectarnos lo que digan? Los dueños de nuestra vida somos nosotros, tu decides si es verdad o no, deja que las lenguas largas se suelten mientras tu oído no oye, tu corazón tampoco.

Me impresionó que el profesor más serio de la escuela se hubiera reído, y me hubiera animado, quizá todo era cierto, mientras yo tratará de no oír mi corazón no lo haría.

Nada me lastimaría a partir de ahora.

Cerré mi caja de almuerzo y salí decidiendo que el salón de química sería solo para mí.















Narra Sasuke

Como una mocosa de primer año podría hacerme perder la actitud, yo era conocido como un profesor serio y muy estricto pero todo lo eche a la basura hablando con una de mis alumnas, y para empeorarlo mostrarle a Aoda y hacerla hablar con él, Aoda era un títere hecho de tela en forma de serpiente un regalo de mi madre, incluso le dije las palabras que ella me dijo cuando yo estaba en secundaria.

Flashback


-Feliz Cumpleaños, Sasuke-chan -mi madre lo sostenía mientras me miraba con un sonrisa.

-¿No te parece que estoy grande para muñecos? -dije en tono burlón.

-No me desprecies Sasuke-chan, yo seré tu amigo siempre -mi madre se lo puso en la mano y con voz infantil dijo esas palabras.

Yo era algo cerrado por lo que en la escuela mi único amigo era el profesor de química, llamado Orochimaru, era alguien extraño pero sin duda siempre me servía hablar con él, la mayoría de mis compañeros pensaron que yo sería tan bueno como mi hermano Itachi que era maestro en ese entonces, pero no fue así y se alejaron por un descuido mío, un día una compañera de escuela me preparo un pastel yo estaba molesto porqué la mayoría creyó que éramos pareja. Al pedirle que se alejara por accidente le di un empujón, ella extendió la historia y difundió un rumor sobre mí.

Ese día que no lo soporte mi madre me habló poniendo su mano en la marioneta y hablando con la misma voz infantil que hizo el día de mi cumpleaños: Las caras largas no van con esos ojos Sasuke-chan, mientras tu oído no oye tu corazón tampoco.


Por ello la llamé con ese distintivo, le dije esa palabras quería protegerla pero cometía un error porqué más adelante solo la querría para mí.










Solo para mi (SasuSaku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora