Capítulo 8

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JinHwan

La casa estaba demasiado tranquila. Hyun terminó pasando la noche entera con los padres de JunHoe, o como los llamaba ahora, Abuelito y Abuelita. Chaerin me llamó y me informó de sus planes de mantener a mi hijo con JunWoo y SeunHee hasta que nos pudiéramos reunir para almorzar al día siguiente. Eso me dejaba sentado en el sofá, recorriendo por los canales mientras HanBin se preparaba para trabajar.

—Tú y el bombón parecían bastante cómodos en el pasto anoche. ¿No pudieron llegar a la casa?—preguntó, agitando sus cejas.

—Hablando de anoche, ¿por qué carajo estabas esposado... otra vez?—Era la segunda vez en tres días.

—Olvidé que me habías llevado al trabajo, así que necesitaba un aventón a casa. YunHyeong e DongHyuk se ofrecieron, pero ¿qué había de divertido en eso? Llamé a la policía y les dije que había un alborotador en Construcciones Koo—sonrió. —El Oficial Buenote estaba encabronado.

Sacudí mi cabeza. Pobre JiWon. Mi hermano le iba a dar una úlcera o algo. — ¿Cómo te vas a ir a la oficina hoy?

—Mi moto—dijo, arrojando un juego de llaves y atrapándolas de nuevo. —No he tenido sexo, así que necesito algo emocionante entre mis piernas.

—Vete a trabajar—contesté.

—Te quiero—cantó mientras iba camino a la puerta.

Estaba a punto de relajarme y tratar de tener un momento para mí mismo, pero alguna persona cruel tenía otras ideas. —JinHwan, he estado esperando platicar contigo toda la semana. Tienes mucho que contarme. ¿Por qué no me dijiste que eres gay? Lo habría entendido.

JinWoo, maldito, Song. — ¿Cómo entraste aquí y a qué carajo te refieres con gay?

—Tu 'compañero' me dejó entrar—dijo, usando esas molestas comillas en el aire.

Era oficial. HanBin tenía que morir. —Ignóralo. Ese era mi hermano. Está recién salido de la granja para locos.

—Claro—asintió y me guiñó el ojo como si estuviera involucrado en algún secretito escandaloso, —tu hermano. —El idiota de verdad creía que era gay, lo soy pero no necesitaba que él lo supiera. —Así que, escucha, Mino y yo queremos que vengas a cenar un día de estos. ¿Esta noche está bien para ti?—me guiñó el ojo otra vez.

¡Diablos, no! ¿Qué clase de personas están viviendo en este vecindario? —Lo siento. Tengo una cena con los Koo. — Entonces sonreí. —Pero veré si HanBin puede llegar más tarde si tú quieres. Él es un poco alocado, pero en sí es buena compañía. —Mi hermanito iba a aprender de la manera difícil a no meterse conmigo.

JinWoo aceptó hablar con Mino sobre ello mientras lo acompañaba a la puerta. —De todas formas nos encantaría que nos acompañaras algún día—dijo JinWoo. —Cuando quieras—susurró. El lunático idiota de hecho me acarició las nalgas antes de irse. ¡Iba a matar a HanBin! Pero primero iba darme una ducha. Esa mierda me había hecho sentir sucio.

Tome mi tiempo preparándome para el día. Incluso puse un poco de empeño en arreglar mi cabello y peinarlo con algo de gel. Iba a reunirme con Chaerin en un lujoso café, así que hasta me puse una playera blanca y negro junto a una chaqueta de cuero y un pantalón negro bastante pegado. Esperaba que ella supiera en qué se estaba metiendo al llevar a Hyun al café. Eso era simplemente pedir problemas.

Cuando llegué, dejé mi camioneta con el valet y entré. Chaerin ya estaba ahí e hizo que me escoltaran a su mesa. Lo que vi me dejó sorprendido. Tuve que mirar dos veces para asegurarme de que de verdad era mi hijo. Estaba sentado junto a JunWoo, los dos vistiendo camisas de botones y corbatas de clip.

Kim JinHwan: Secuestrador.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora