Escándalo de Cuarto oscuro.

I

No podemos. No, claro que podemos. Ya quitatela. No, quitate tu eso. Sh, nos van a escuchar. Quitatelo entonces. No nos quitemos nada mejor. ¿Me vas dejar con las ganas?. No si tú te quitas eso. Si, así. Y yo me bajo un poco esto. Bien ahí, súbete ahí. ¿Que?. Lo puse al revés, sorry. Amateur, adoleces. Mira quien habla. Ya, sh. Voy a... Si, porfa. ¿Porfa?. No te rías. Ya. Ya.

Él gritó y fue tan fuerte que me separe de golpe. Animal.

Gracias por despertarme, claramente lo necesitaba. Profesor Pérez quería esperar. La cama mojada bajo mis piernas. Podrías desplazar hasta tus pelotas. Movió la mano a tocar con los dedos. Ya frente a su nariz. Orina. La alarma biológica, deben ser las 8.

Salió del cuarto con sábana en mano y directamente a la lavadora. Era conservar la dignidad a costa de un montón de agua. Deseaba ser más ecológica, pero hacía poco para lograrlo.

Cuando salga de esta casa pasaré de niña en la palomera a Eva. Lograre la conexión de naturaleza que ni la Marihuana me ha podido dar. Aunque no sea el mejor ejemplo. Rió recordando la vez que Laura se sacó la chucha bajando las escaleras volada y fue a preparar el antojo de desayuno, huevos revueltos con tomate.

Buenos días, preciosa. Leyó en su celular. Odiaba los malditos mensajes. Y aprovechando que estaba sola en casa marcó para altavoz.

Qué onda Juan, molestando desde temprano.

Sabes que aún no me quito el hábito de levantarme temprano para el colegio. Y yo se que tú tampoco.

¿Nostálgico?

Feliz. ¿Que haces?

Preparándome el desayuno.

Adivino. ¿Huevos con Tomate?

Oh genio, cuando cumples mis tres deseos.

Si eso incluye al profesor Pérez, sabes que se te pasó la vieja. Fallaste.

Que eres mala onda. A lo Fuguet.

Realista. Oye te corto, viene la jefa a molestar. ¿A qué hora llegaba Laura?

Tú sólo veni a mi casa a ver a mi hermana Hueón. Te pasai. Ven pal almuerzo.

Ahí estaré bebé.

Fucking Juan. El amigo de siempre. Que conozco más que a mi misma. De chico encaprichado a mi hermana. Que nos saca 7 años a los dos. Me gusta su entusiasmo. Aunque me preocupe que se lo lleve virgen a la tumba. Y es que simplemente no puede culearse a otra, y tampoco quiere. Solo se la para una mujer.

Ojalá y pudiese querer a alguien de esa forma. Y Pérez no contaba, porque era un sueño.

Su único real interés romántico era el desayuno.

____

Somos mechones Juan, y tu viniste con tu mejor pinta. Te falta mundo.

En Medicina no Mechonean. Tú que vas por las Artes, El humanismo, ahí si que te van a linchar.

Vine preparada. Preocupate por ti nomás.

Ya verás, no me tocaran ni un pelo. 

Y vimos. No pudimos distinguir quién quedó peor, mientras empapados caminábamos a tomar el metro una vez recuperados nuestros celulares y zapatillas.

Mi mamá no me puede venir a buscar por la chucha, qué vergüenza. -Dijo Juan, intentando en vano sacarse un poco de talco del pelo.

Debería haber apostado plata, te habría ganado.