❝ Capítulo I ❞

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Primero, perdón por demorar demasiado pero ya había dicho que soy de actualizaciones lentas y he tenido problemas con mi celular.
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El sol recién comenzaba a salir, conforme iba subiendo sus rayos tocaban poco a poco cada centímetro de la tierra. Poco a poco cada uno de los integrantes de la manada comenzaban a despertar, algunos alegres y otros molestos, para poder realizar sus tareas diarias.

La familia Kim no fue la excepción, la omega comenzó a ir a las habitaciones de sus hijos para poder despertarlos y después poder preparar el desayuno, por otro lado, los tres hermanos se encontraban dándose una ducha en su respectivo baño para comenzar el nuevo día. Cuando cada uno estuvo listo bajaron al comedor y cada uno se sentó en su respectivo lugar mientras que su madre terminaba de servir el jugo de naranja.

—Escuché que hoy habrá una especie de competencia al lado del río—comentó el padre de los tres.

—Así es, será hoy al rededor de las 3:00 PM, TaeHyung y yo planeamos ir y enfrentarnos a algunos alfas—respondió el menor recibiendo una mirada de su hermano.

Al mayor no le gustaba asistir a esas "reuniones" creía que era algo sumamente estúpido, creía que no había necesidad de realizarlas para demostrar quién era más fuerte que el resto.

—Podemos ir ¿Cierto?

—Claro, ¿Porqué no? Estaría bien que asistieran aunque claro que después de ver a NamJoon, si todo está correcto no tengo problema en que ambos vayan.

Los dos chicos asintieron y siguieron comiendo el desayuno, su hermana por otro lado estaba charlando con su madre, trataba de convencerla de ir al mercado del pueblo y comprar algunas joyas o maquillaje. Cuando terminaron el desayuno HyeJin y su madre se encargaron de lavar los trastes, el alfa debía salir y verificar que todos en la manada estuvieran bien y que no les hiciera falta algo. Los dos hermanos se prepararon, llevaron un poco de ropa extra y algo para comer después de los enfrentamientos, salieron de casa y se dirigieron hacia la clínica en la que trabajaba NamJoon.

—Bienvenidos chicos, ¿En qué puedo ayudarlos?

Preguntó el moreno con una sonrisa, recibiendo una por parte de los dos Kim.

—Nuestro padre nos ha mandado para un chequeo, quiere asegurarse de que estemos bien—habló el pelinegro.

—Sólo vinimos a que nos confirmes lo que ya sabemos—dijo esta vez el castaño.

El mayor de los tres asintió y le habló a su ayudante para comenzar a revisar a los dos menores. Inició con lo típico que era la altura y medir su masa corporal (peso para los compas), verificó sus oídos, ojos y demás y con ayuda de Jin les hizo un par de radiografías.

—Bueno, al parecer están en perfectas condiciones—sonrió el beta.

—Me gustaría hablarles de algo—dijo el segundo mayor, llamando la atención de los otros tres.—Estaría bien que dejaran de asistir a los combates que hacen el resto de la manada.

Los tres le miraron, el menor de todos alzo una ceja y habló.

—¿Puedo saber el porqué?

—Me preocupa que en alguna de esas peleas tú o TaeHyung salgan mal heridos y que queden marcados de por vida, que sus daños vayan más allá de unos simples rasguños.

—Oh venga hyung, sabe que no hay alfas más fuertes que nosotros dos.

—No porque no lo hayan visto significa que no los haya, puede que aún no se hayan presentado—comentó el beta mientras dejaba unos papeles en el escritorio del médico.

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