Primera Cita

1.4K 87 149
                                    

No se que paso con el capitulo anterior pero esperemos que en esta ocasión todo salga bien y sin ningún problema.

¡Seguimos con la semana especial de san valentin!

NOTA: Perdonen las faltas de ortografía.

¡Comencemos!












Puff....puff....

Era el sonido ahogado que hacía la pobre almohada que estaba siendo objetivo de la intensa furia y dolor de cierto country norteamericano.

El tricolor se encontraba enojado, más que enojado furioso con su estúpido novio.

Las lágrimas amenazaban con escapar de esos lindos ojos miel ensombrecidos por la tristeza. ¿Por qué Rusia era tan malo con él? Se supone que son novios ¿Entonces? Tomo entre sus brazos esa pequeña pulsera que había tejido para dársela, durante toda la semana había estado emocionado por que no solo había hecho una, si no dos para que fueran a juego. Demostrar que eran una pareja super enamorada.

Suspiro con tristeza, se levantó de la cómoda cama y la guardo en el cajón de su peinador. Era una lástima que una pieza tan bonita tejida a mano no fuese a ser usada. Miro con tristeza la que el llevaba en su mano y se la quitó para guardarla junto con la otra, con resignación saco materiales para comenzar a tejer una nueva. Esta sería de colores diferentes.

Saco diferentes hilos de colores variados, aquellos que representaban los colores de sus más queridos amigos, eran varios y más que pulsera parecería un brazalete tejido pero la idea le agradaba, así que con todo listo procedió a elaborarla. Era una pena que los colores de Rusia no entrarían, a medida que estaba en su tarea una pequeña lágrima escapo rodando por su mejilla.

La noche caía y para cuando cayó en cuenta de la hora, dejo todo a medio hacer para irse a dormir, pues más tarde tendría que ir a la escuela. Con la mente en blanco es que se dejo vencer por el cansancio, mañana sería un nuevo día.

A las 7:00am salió de su casa con un pequeño bocadillo en la boca a medio comer, realmente no es que fuera tarde, pero se había quedado con algo de hambre y para no estar de mal humor por la falta de alimento se secuestro un pequeño refrigerio para el camino. A medida que avanzaba degustaba su alimento, volteo a ver a varias direcciones y trago con algo de dificultad, bajando la mirada al suelo. Negó suavemente, como si no pasara nada retomo su andar.

¿Cuándo dejaría de tener esperanzas? Era obvio que su novio prefería acompañar más a cierta nación de tes roja con cinco estrellas en la parte superior de ese ojo rasgado derecho que acompañar a su supuesto "novio". Desde que China fue transferido a la escuela Rusia había cambiado por completo, echándolo a un lado.

Lo peor del asunto es que no podía hacer nada, pues cada vez que intentaba hablar sobre el tema, el ex soviético se molestaba acusándolo de ver cosas donde no las había. Y estúpidamente confío en lo que le decía.

Se percato con el cuidado, delicadeza y suavidad con que este trataba al asiático, siempre a su lado cuidándolo de cualquiera que quisiera molestarlo, prácticamente todo había juntos. Era muy dulce con aquel maldito país. Ni a él lo trataba como lo trataba al otro.

Semana RusMex Especial de San ValentinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora