soulmate • renmin

«mate»

una nueva mañana, un nuevo día. me preparé para hacer mi rutina de siempre e ir al instituto. lo que no sabía era que iba a haber un alumno nuevo. Huang Renjun, se llamaba.

en esos instantes lo único que sabía sobre él era que venía de China y por asuntos personales tuvo que mudarse aquí. no es que estuviera muy interesado, tampoco. mis únicas prioridades en mi vida eran comer, dormir y estar atento por si el/la tal WoonMyeong aparecía de una vez. de todas formas, no pude evitar acercarme a él.

al principio Renjun era más callado y tímido, a veces borde. después de un tiempo conociéndonos, poco a poco íbamos cogiendo confianza. en el fondo, Renjun era alguien carismático y alegre quien hablababa de forma irónica cuando le haces una pregunta tonta. alguien en quien puedes confiar y que siempre te va a ayudar. sí, nos hicimos mejores amigos.

Renjun tampoco había encontrado a su supuesta alma gemela, pero aun así no le pregunté sobre su nombre. era de mala educación preguntar sobre la persona que tenías, tal como preguntarle a alguien mayor cuál es su edad. nuestros amigos poco a poco iban encontrando a sus almas gemelas, así que nosotros nos limitábamos a salir juntos sin remedio alguno. uno de los mejores recuerdos que siempre tendré, fue el día del parque de atracciones.

era catorce de febrero, por lo que todos nuestros conocidos cercanos salieron con sus respectivas parejas, quedándonos sólo nosotros dos. de alguna forma teníamos que matar el tiempo, por lo que decidimos ir al nuevo parque de atracciones. este estaba repleto de gente y, por ser San Valentín, repleto de corazones y cosas para parejas. nada más entrar por la puerta, confeti saltó y un hombre apareció dándonos dos bandas que decían "best soulmates of the world". nos dijo que éramos afortunados por ser la pareja número 300 en ir al parque de atracciones.

claro que nosotros negamos que éramos almas gemelas, pero aquel hombre dijo que no fuéramos tímidos y que viviéramos una bonita vida juntos, que se veía que teníamos mucha química. nos ofreció las bandas y un par de tarjetas en las que ponía "entradas gratis - ¡feliz San Valentín!". Renjun y yo nos miramos mutuamente e inmediatamente cogimos todo diciendo que nos daba vergüenza admitir que estábamos hechos el uno para el otro.

resultado: estuvimos casi todo el día hasta tarde montándonos en atracciones gratuitamente, viendo pequeños espectáculos y comiendo algodón de azúcar juntos. cualquiera que nos viera debería de haber pensado que éramos pareja de verdad.

cuando vimos que el sol estaba a punto de esconderse, fuimos a la playa a ver la hermosa puesta de sol. mientras que veíamos la mezcla de colores en el cielo, Renjun me dijo:

—muchas gracias por esto, Jaemin. te quiero.

hasta ese momento, no me había dado cuenta lo bien que me sentía con Renjun a mi lado.