Crossed Roads [YoonMin]

Prefacio



Seúl, Corea del Sur.

Una multitud de persona observaban con curiosidad y algunas otras personas de esa misma multitud sentían lastima y disgusto al saber las razones por la cual las patrullas policiales y rescatistas estaban presentes ante al orilla del mar.

—Oí que un niño pequeño se cayó en el mar. —murmuró una mujer con otras personas que estaban a su lado.

—¿Y su madre? ¿Que clase de madre deja solo a su pequeño hijo?—comentó otra persona disgustado ante el contexto que se dió a conocer.

—Que Dios los ayude a encontrarlo, pobre niño.

La lluvia y el viento fuerte que se pronosticaba era un obstáculo incómoda, no ayudaba con la desesperación de los rescatistas que tenían por encontrar al pequeño niño.

—¡Un niño cayó en el mar!—Informó con un parlante en la mano. —¡Atención este anuncio es para todas las unidades!, ¡La última vez que se le vió llevaba una boina naranja y un abrigo rojo¡ ¡repito! ¡La última vez que se le vió llevaba una boina naranja y un abrigo rojo!

—¡Rápido por aquí!

—Muevanse.

El cielo resplandeció con un trueno, haciendo que las personas de ese perímetro se desesperen aún más.

Unas patrullas policiales se hacían presentes, y en una de ellas venía una mujer con el rostro todo desolado; asimilando con lentitud lo que le habían informado hace unas horas atrás, creía con certeza de que eso no era verdad.

Jungkook, el no.

Su pequeño hijo, su rayito de esperanza al fin se había ido, y pensar eso solo hacia que el miedo y la adrenalina se mezclaran y sintiera ganas de vomitar.

Salió de la patrulla y su mirada se quedó observando como los demás corrían u otros subiendo a los botes con linternas.

El maquillaje le hacía ver como si fuera que no hubiera dormido por días, el frío hacía temblar su cuerpo; advirtiéndole de que esto era su castigo.

Unos botes regresaban con personas dentro, que al parecer encontraron una prenda de ropa, entregaron esa prenda a uno de los policiales.

La policía se acercó a la mujer, en busca de respuestas.

—Señora, ¿esta boina es de su hijo?—preguntó, mostrándole la prenda. Jiyu, no quería mirar el objeto que era de su hijo, no quería aceptar que su pequeño se hubiera caído en el mar. —escuche se que no está pasando por un momento fácil, pero tiene que ayudarnos por favor.

—¿Esta boina es de su hijo?—Repitió la pregunta.

Jiyu se cruzó de brazos, y con suma lentitud contempló la dichosa prenda. Tenía varias emociones negativas; estaba molesta, triste, perturbada, estresada y sobre todo culpable. Tenía ganas de llorar pero eso solo la vería como una maldita hipócrita.

—Así es, es de Jungkook...

Sin más que decir la policía informó a los demás.

—La boina es del niño, amplíen la búsqueda, repito amplíen la búsqueda.

—¿Por qué no estuve ahí? —se lamentaba un anciano pescador con lágrimas en los ojos. —debería haberlo salvado, señor Dios no lo abandones.

El llanto del anciano y la mezcla del silencio de Jiyu, era un aperbecimiento de que era una mala madre y queeso no iba a cambiar.

O quizás debió pegar a su hijo por no hacerle caso a su madre.

"Hay hijos que no merecen tener padres, pero hay padres que no merecen tener hijos"

Si te ha gustado la historia como a mi
Gracias por leer.

Hice este libro con la intención de ejercitar mi escritura, por lo tanto te encontrarás con algunas faltas de ortografía o una narración básica y pésima.

Inspirada en "Call Me Mother"

Se amable, acepto críticas
constructivas.

Tauriel 💙