-- Papá, me quiero ir. -- susurré en su oído. Papá me miró raro. Pronunció un "no." Y siguió comiendo. -- Porfavor. -- me ignoró. -- Me hacen mal.
-- No. Ara, ellas no te hacen mal, te están curando.
-- ¿Curando? ¡¿Qué tengo entonces?! ¡¿Qué diablos tengo?! -- grité.
-- Ara. -- mamá advirtió. -- Siéntate, es algo complicado, ya lo entenderás, algún día. -- consideró.
Me levanté, les enseñe el dedo corazón, como dice en mis libros y me fuí.
Se hizo de noche. Miraba las estrellas con la ventana cerrada, no se podía abrir. Pero algo irrumpió en mi vista.
Una..¿Piedra? Miré hacia abajo, al patio delantero
Un chico.
Me señaló una ventana y fué hasta ahí. Entendí que quería que vaya allí. Me cambié y bajé en pantuflas. No conocía muy bien este lugar, pero guiándome maso menos, tendría que ir por un pasillo.
Llegué. En chico estaba ahí, me acerqué.
-- Hola. -- dijo. Yo solo moví mis dedos, simulando un saludo. -- ¿Cómo te llamas?
-- Ara. -- me señalé. -- ¿Tú? -- lo señalé.
-- Henri. Henri Gerchunoff. ¿Que haces aquí? -- me encogí de hombros. -- bien, no eres de hablar mucho, ¿No? -- negué.
-- Te voy a contar una historia. -- ok. -- Yo tenía un hermano. Se llamaba William. Un día, él, sin querer, salió al sol y se quemó. Dijo que le dolía y le ardía todo el cuerpo. -- presté más atención. -- Lo trajeron aquí. Desde ese día no volví a verlo.
-- ¿Que le pasa en el sol? -- pronuncié con dificultad.
-- No lo sé. Solo se sabe que de aquí no vivió. -- explicó. Hay tres fases o chequeos, como le digas. En la primera, comienzan a ver tus reacciones. En la segunda, averiguan qué tienes e intentan sacarlo. -- se detiene.
-- ¿Y?
-- En la tercera nadie sobrevive. -- bajó la cabeza un segundo y la volvió a subir. -- No llegues a eso, Ara.
-- No llegaré. -- Él sonrió, se despidió y se fué.
Un fuerte golpe se escuchó. Una sombra apareció frente a una tela, por lo cual, por el miedo, me escondí detrás de la misma. Unos segundos después, la sombra desapareció,asique corrí la cortina bruscamente; nada.
Seguí por el pasillo, y pasó. Algo me empujó y caí de espaldas. De repente, un pie se me elevó, el otro quedó colgando. Mis brazos se elevaron y comencé a flotar. Me estaba arrastrando,pero a la vez estaba flotando, no entendía.
Pasé por un espejo y, oh por dios. Un fantasma o algún ser no humano está teniéndome la pierna, el otro las dos manos y el otro me estaba saludando. Mierda.
Me sarandeé hasta que me escapé de ellos, ya había pasado el espejo.
Me levanté y corrí, pero solo pude dar unos pasos porque ya me tenían agarrada nuevamente. Esta vez no me pude soltar. Me llevaron a la puerta de metal, presionaron un botón y me dejaron ahí. Otra vez no podía moverme. Mus brazos y piernas no funcionaban.
Cada vez se iba abriendo más y más la puerta. Se abría tan lentamente que daban ganas de abrirla de golpe.
Cuando el sol me pegó, empezó la tortura. Me empezó a arder todo, dolía, ardía y yo gritaba.
Sentí unas manos bajo mis brazos, estaban arrastrándome. Sentí un pinchazo y como el dolor se iba suavizando, hasta que no sentí nada.
Las monjas y mis padres me cosas como; “¿Qué diablos, Ara?” “¿Acaso te volviste loca?” “¿Sabes lo que pudo haberte pasado?” “¿Eres tonta?” ; no. No lo sé. Nadie me explicó nada.
-- ¡Basta! ¡Esperen! -- le levanté. -- No fui yo. Alguien o algo me arrastró. -- me costó mucho decir eso. -- Lo juro.
Ellos se miraron. No me creen.
Me rendí y volví a la cama.---------------------
¿Quienes eran esos fantasmas? ¿Lo tienen? Ya lo leyeron. No puedo creer que todavia no lo tengan. Wow. Es fácil, encuentren a los culpables.
¡Figthing!
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son of the devil. - capitulos cortos.
Random¿Dejarías que te lleven sin tu consentimiento, a un laboratorio, dónde, según tú, no hacen más que lastimarte? Desde sus seis años, sus padres le tienen prohibido salir de su casa por razones desconocidas. Tras hacerle caso tanto tiempo, justamente...