Reunidas

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   15 de enero 2020, 9am

   Lalisa Manoban

   En cuanto recibí el mensaje de Rosé de que ella había regresado no dudé en ir de vuelta a Corea del Sur. El primer vuelo era el que había tomado y ya estaba en el aeropuerto. Salí de este y enseguida tomé el auto que me esperaba. Según mi mejor amiga, nos esperarían en casa de los padres de Jennie. Una vez aquí miré a mi alrededor con mucho cuidado. Hacía un año que no la veía, un año que nos destruyó a las tres. Detrás de esa puerta se encontraba nuestra unnie, la diosa del rap, la hermosa modelo de Channel, nuestra gran amiga, ella volvió, pero se que no es la misma de antes y también se que lograremos que ella mejore. Suelto un último suspiro y decido tocar el timbre de la casa.

—Lisa, cariño —abre la señora Kim.

—Buenos días —sonrío mientras ella me estrecha en un corto abrazo, al cual correspondo— ¿Jennie...? —no me deja terminar.

—Sí, pasa. Yo me iré al supermercado para que tengan más privacidad. Adiós —toma su bolso y se marcha.

   Me adentro en el hogar y cierro la puerta. Nada había cambiado. Pocas veces vine, pero todo seguía igual. Al llegar a la sala ella se encuentra sentada en un sillón y Rosé en otro. Nuestras miradas se encuentran y ella se para, no pude evitar soltar mi cartera en la mesita e ir a abrazarla lo más fuerte que podía.

—Jendeuki, volviste —sollozo.

—Lisa —un fuerte sollozo da inicio a su abundante llanto.

—Unnie, ya no lloremos —me alejo y tomo sus manos, sonriendo—. Ni una lágrima más por parte de nosotras, de ninguna —me giro hacia Rosé y le extiendo una mano. Ella se levanta y la toma—. Estemos unidas, más unidas que antes porque ella se lo merece. Ella seguro que no quería que nos alejaramos, y apuesto a que siempre quiso que fuéramos felices —nos consuelo—. Sonríamos por nuestra unnie, por nuestra Jisoo que ya descansa en paz —finalizo aguantando las ganas de seguir llorando.

  Tenemos que ser fuertes, tengo que ser fuerte para ellas.

   Un largo silencio se forma hasta que Ninnie deja de llorar y nos mira secándose las lágrimas.

—Tienes razón Lisa, llegó el momento de dejar de llorar y de ser fuertes. Perdonen por haber sido una cobarde y haber huido de todo, por haberlas dejado solas cuando también la estaban pasando mal... yo... —su voz se quiebra.

—Hey, ya nada de eso importa, solo importa que estamos juntas de nuevo y ya estaremos bien —dice Rosé.

  Las tres nos juntamos en un dulce y cálido abrazo. Estuvimos un largo rato hablando de temas variados. Jennie nos contó donde estuvo este año, por todo lo que pasó y el maltrato que recibía por su antiguo jefe. Nos contó como encontró a Jimin y la ayuda que este y el resto le brindaron. También llegamos al acuerdo en que ya se acercaba la hora de que ella hiciera público que había vuelto. En algún momento todos se enterarían de igual manera así que es mejor que ya ella lo diga. Pasamos todo el día juntas, hablando, incluso logramos que riera. Al llegar la noche, luego de cenar junto a sus padres, decidimos marcharnos y que todas descansaramos.

    Park Jimin

   Desde que desperté hasta ahora que debo dormir no he dejado de pensar en Jennie y en como estará. Me preocupa, a pesar de que se que debe estar bien junto a las chicas, como siempre ha sido, pero ahora siento la necesidad de tenerla cerca de mi, cuidandola. Esto es malo, porque mi misión se supone que ya debe haber terminado y aún así quiero seguir ahí para ella. Me remuevo varias veces en mi cama hasta que Yoongi, quien compartía habitación conmigo, me mira con cansancio.

—¿Qué tienes? —es directo.

—Nada —miento.

—No me dirás eso a mi Jimin, te conozco. ¿Qué te pasa? —suspiro mostrando mi rendición.

—Me preocupa Jennie —respondo.

—¿Por qué?

—No lo se. Estoy seguro de que estará bien con su familia y las chicas pero aún así siento que no debo alejarme de ella y de dejar de ayudarla y cuidarla —me sincerizo.

—No te alejes de ella —dice con simpleza.

—Pero ya no tengo motivos por el cual quedarme. Quizás ella ya no quiera más mi ayuda —añado.

—Jimin-ssi, créeme, Jennie no negará tu ayuda nunca y mucho menos te hará a un lado. Si quieres saber como está justo ahora, llámala —se encoge de hombros.

—¿Estás seguro de que debería hacerlo? —interrogo dudoso.

—Tan seguro como que me llamo Min YoonGi —me guiña un ojo.

—Ok, gracias —sonrío.

—Dormiré, mañana me cuentas como resultó —se acuesta en su cama y me da la espalda.

  Apago la luz del cuarto y tomo mi celular, saliendo de la habitación, camino al salón. Marco su número y tras dos timbres responde.


—Buenas noches, Jennie —saludo en cuanto descuelga.

Buenas noches, Jimin —su dulce voz se escucha cansada.

—¿Cómo te encuentras?

Un poco mejor. Gracias por preocuparte.

—Siempre —afirmo.

¿Ah?

—Nada nada —evito el tema, cambiandolo—  ¿Cómo fue tu reencuentro con Lisa?

Muy lindo —siento la nostalgia en su voz.


—Me alegro.

Ehm... Jimin, debo agradecerte por todo lo que has hecho por mi. Si no me hubieras encontrado aquel día en Inglaterra aún estuviera allá, sabrá dios como. Muchas gracias por todo —murmura y mi corazón se encoge.

   Sonrío inconscientemente. Ella es tan tierna, tan linda y tan frágil. La Jennie que se veía hace un año atrás frente las cámaras, esa Jennie fuerte y decidida cayó cuando Jisoo se suicidó, y dejó mostrar a la verdadera, la cual era tan frágil como una copa de vino.

—No te preocupes, todo lo hice pensando en que volvieras a tu comodidad y te reconfortaras.

Eres un ángel, Jimin, eres mi ángel.

—Hey, mañana es tu cumpleaños. ¿Qué tal si salimos para que te distraigas? Claro con las chicas, de seguro no querrán perder ni un segundo contigo —rio un poco.

Ehm, no creo que quiera celebrar. Mañana se cumple un año de... su muerte —la tristeza invade su voz.

—Razón mayor para pasarte a buscar. Se que será un día triste para las tres, un día triste para todos los blinks pero no puedo permitir que te quedes en casa llorando. Hago lo que quieras mañana, pero no dejaré que te quedes triste —planteo, decidido.

Gracias Jimin, acepto tu propuesta.

—¡Fabuloso! Te paso a buscar a las 8am. Hasta mañana —despido.

—Hasta mañana —y sin más, finalizo la llamada.

  
  

  

  

  

Curas Mi Dolor [EDITADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora