0. мое начало

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0. Mi principio.

Una ruptura nunca ha Sido fácil y eso más que nadie lo se yo, nunca he creído que el amor sea algo que se reparte por doquier o que puedes sentir con más de una persona a la vez, lo conocí a los 14 años y a mis 18 años sigo con el, haciéndole creer que me tiene cuando me ha perdido desde hace mucho tiempo pero que se puede hacer el es mi zona de confort, el es mi confort. 

- Amor podemos arreglar esto, mi vida por favor no seas así de duro- suplique una vez más mientras veía como caminaba de un lado a otro. 
- No lo entiendes… yo a ti ya no te amo- gritó mientras se deshacía de mi agarre fuertemente, me aleje un poco asustada pero me acerque de nuevo para tomarlo de su mano y detenerlo antes de que saliera de su cuarto, volteo a verme y se notaba el cansancio en su mirar quería obligarme a detenerme y no insistir más pero no podía, lo amaba… si lo dejaba ir lo perdía, alguien más se lo llevaría y moriría con ese hecho. 
- Amor…

-No me llames así Laila, no soy tu amor 

-Sebastian no puedes decir eso, somos novios- trate de calmarme pero era inútil estaba atacada llorando apenas podía hablar- somos uno solo, sin ti no hay mi y sin mí no hay ti, mírame a los ojos y dime qué ya no me amas, dime qué todo por lo que luchamos una vez está en la basura, dime qué todo lo que una vez me dijiste no es verdad, dime qué no me amas mirándome a los ojos y te dejare libre,  ¡dímelo maldita! sea por qué no quiero irme sin haber escuchado eso salir de tu boca- sus ojos se aguaron y mirándome a los ojos dijo; jodete, acto seguido me beso. 

-A ti nunca te podría dejar ir, perdón, por dios por favor perdóname soy un idiota, ella no significa ni la mitad de lo que tú significas para mi, dios lo siento tanto- terminamos llorando los dos y hundiéndonos en un Vaivén de besos apasionados, el ambiente rápidamente se comenzó a calentar obligandonos a quitarnos la ropa mientras nuestros cuerpos danzaban según la melodía del placer que queríamos recibir uno del otro. 

Así es como se supera una ruptura en mi relación, romper y volver a los minutos… horas o días, nos amamos o eso queremos creer es más fácil para los dos no cuestionarnos demasiado nuestros sentimientos, desde los 14 años comenzamos una relación de niños pero al ir creciendo las cogidas de manos y los besos inocentes ya no eran necesarios y el a sus 17 años tenía sus necesidades y yo a mis 15 años decidí que lo necesitaba que necesitaba su piel junto a la mía y que el tema de sexo solo era algo tan sencillo como entregarse a la persona que se ama sin importar la edad o creencia que se tenga. 

- ¿Cuántos tatuajes piensas hacerte este año? - pregunté observando su piel manchada por el arte de algún tatuador, tenía dos tatuajes en su brazo uno de una gran rosa que le cubría su hombro y otro de un gran barco, en su pecho tenía daga en la parte baja del abdomen contaba con dos avecillas cada una a un lado, tenia mucho más tatuajes pero estos eran mis favoritos. 

-No se дорога́я (cariño)- mordí mis labios a sentir una de sus manos bajar a mi abdomen dónde adornaba una gran víbora en la mitad de este, había sido mi primer tatuaje de gran magnitud, tenía en total 4 con la víbora.- amo este lindo tatuaje дорога́я (cariño)- sonreí recordando lo mucho que insistió para que me hiciera un tatuaje tan grande, мама и папа (mamá y papá) pegaron el grito al cielo al mostrárselo pero nada que hacer ya estaba en mi piel. 

-Ni creas que me haré otro, recuerda cómo se pusieron мама и ппап- carcageo encogiendo sus hombros, su cara era casi perfecta cejas negras y gruesas, sus ojos negros con unos  labios carnosos tal como la madre Rusia los quiere. 

Los dos nacimos y crecimos en Moscú la capital de la madre Rusia, a los 17 me mandaron a Londres para comenzar con mis estudios al igual que a él, nuestro inglés es casi perfecto si no fuera por la pronunciación de algunas letras que terminamos pronunciando con demasiada fuerza y brusquedad, vivíamos en residencias cada uno, pero el al unirse a una fraternidad termino con el cuarto más grande por su gran imagen de chico malo, lo cual agradecía porque podíamos dormir sin que nos molestará alguien más o podíamos estar haciéndolo sin que nadie tuviera que esperar afuera. Sebastian estudiaba finanzas en una prestigiosa universidad de Londres, yo estudiaba en una universidad privada ya que mis notas no eran tan altas como las de el para entrar a una universidad tan prestigiosa, yo entraba a estudiar una ingeniería.

Mañana entraría a segundo semestre de ingeniería, estaba nerviosa de solo pensar en cómo le haría para sobrevivir a este nuevo semestre, si el primero fue un infierno no quiero pensar en este, nunca me considere buena para este tipo de carrera pero la presión de mis padres hizo que la estudiará sin saber que soy pésima en álgebra y cálculo, dos materias primordial en esta carrera, Sebastian era el único que me ayudaba con mis trabajos cuando tenía tiempo, cuando terminemos esto el va a terminar sabiendo más de lo que se supone yo debería saber. 

Voltee a verlo, tenía una ligera capa de sudor en su frente y su pecho subía y bajaba aceleradamente, cerré los ojos me sentía agotada y solo quería dormir o ese era mi plan cuando sentí que se levantaba, recogiendo mis prendas y dándome las para vestirme rápidamente, tendría plática en una hora y debía estar allí 20 min antes, pues era su última plática antes del gran partido, agrego que si quería podría quedarme o ir a mi residencia y descansar mejor allá, opte por la segunda opción, me acompaño a mi auto, me dió un suave beso y cerró la puerta para poner el coche en movimiento.
ya en la residencia decidí que lo mejor era descansar ya que mañana tendría un largo día lleno de clases que no entendería seguramente, además del gran partido de sebastian.
Esa noche soñé con una mata de cabello castaño oscuro y ojos verdes. 

ты рискуешь, Лейла. (corre el riesgo, laila.) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora