1.El destino los hace conocer.
Lo peor de despertar temprano era salir de la cama, cuando vivía en casa mis padres me despertaban y no me dejaban en paz hasta ver qué estuviera en el baño, aquí debo ser responsable pero juro que en ocasiones odio responder por mí misma, esa mañana decidí por vestirme con algo abrigado estabamos saliendo de invierno y en Londres el aire era capaz de congelar, tome mi chaqueta gigante de peluche café y salí rápidamente a mi auto, la residencia de la universidad quedaba a 20 minutos del campus, antes de bajarme dejaría mi abrigo adentro y saldría con mi chaqueta de fuera que tanto me caracteriza camino al campus pare por un expreso sin azúcar y fue cuando lo ví, estaba en la fila sonriendo al lado de dos chicas, era mucho más alto que ellas y tenía un abrigo café con un jean azul claro y unas botas negras, su cabello era castaño oscuro y estaba recogido con una liga ¿Quien era? No sé pero podría jurar que lo había visto antes ¿donde? no recuerdo ni cuando pero de qué lo había visto, es porque lo había visto.
Me acerque a la fila mirando hacia otro lado no quería incomodar a nadie con mi mirada fija, por no decir que no lo quería incomodar a el, cuandoestaba detrás de el me inundo el aroma de vainilla y menta una combinación extraña pero agradable.
Al salir de la cafetería me percate de que el chico estaba solo y se notaba nervioso ¿Y las dos chicas?
- Говно (mierda)- maldije cuando dejé caer el capucchino al tropezar por verlo, capte su atención de una forma tan humillante, quisiera golpearme.
-¿Te ayudo? - pregunto con un acento británico tan marcado que me sonrojo más de lo que estaba ya.
- No. - quería matarlo por haberme ofrecido su ayuda cuando es claro que no la necesitaba, me quite mi chaqueta de cuero dejando al descubierto mi top blanco, sentí la mirada del chico en mi vientre, seguramente a mi gran serpiente. Busque rápidamente la llave de mi auto en la chaqueta, antes de que pudiera decirme algo abrí la puerta y metí las llaves para irme lo más rápido que pudiera, al estar de nuevo en la carretera repase mis opciones una ponerme el abrigo de peluche, dos la chaqueta de cuero pegajosa, faltar no era una opción, en estos momentos no me lo permitiría y menos el primer día del semestre, decidí por la primera y al entrar a la primera clase, todos se me quedaron viendo, maldición esto me está fastidiando, me senté al fondo donde se encontraba Ann, mi amiga.
- Bueno, bueno que las vacaciones han cambiado a Lara ahora no lleva ropa de cuero y viste muy de fresa - le lanzó una mirada asesina, soltó la carcajada y añadió- ¿El café?
Suspire y asentí con mi cabeza- la chaqueta quedó echa un asco, vaya mañana de mierda.
Terminamos la conversación cuando llegó el maestro, no tenía ni idea quien era pero si sabía que era de ( poner nombre de asignatura) casi al finalizar la clase decidí que por más frío que sintiera no podría pasarme por el campus como un oso de felpa, Ann concordó conmigo y salió por un suéter negro que tenía en su auto, pase la suave tela por mi piel casi desnuda, mal día para ponerme un top, dejé el abrigo en el baúl y terminé de arreglarme, el suéter me quedaba largo pero ajustado en la zona del pecho, Ann era una peliroja alta de piel blanca, ojos negros y textura delgada y plana, mientras que yo tenía mis atributos, unos heredados y otros trabajados por el gimnasio... Pensando en eso no he ido el último mes a ejercitarme, pero que más ejercicio que el sexo.- Pero hostia tia, que tu si que te has tardado en tu cuento de hadas - me rei al escucharla hablar español, su nombre real es Antonieta, pero con solo intentar decirlo lo hago sonar como si estuviera pronunciando una grosería por mi fuerte acento, por lo que desee un principio acordó con que la llamara Ann.
- No me culpes, culpa a mi torpeza - nos hechamos a reír y caminamos a la cafetería para comer algo antes de nuestra siguiente clase - ¿Ann?
- Dígame
- conoces a ese chico?- señale a la mata de pelos con ojos verdes que estaba en la mesa de al lado, ella lo observa y asiente.
- si, estuvimos juntos en la charla de inducción pero no recuerdo haberlo visto en el primer semestre - nos quedamos viendo y vimos la pulsera de color verde, la de nosotras era rosa, el estaba en el primer semestre- y a todas estas ¿A ti que te importa?
Voltee los ojos y bufé. Sonríe ante mi gesto y molesto durante un rato acerca del misterioso chico mientras caminábamos a la siguiente clase, el dia estaba bastante normal, más de lo que pensé por tal horrible mañana.
Al finalizar mi última clase corri al parqueadero por mi auto, repasaba lo último de la clase de trigo ya que tendríamos evaluación la próxima clase, saque las llaves de mi bolso cuando escuché una maldición en ¿Francés? Puedo jurar que no se que otro idioma sonaría tan elegante aunque estuvieran gritando groserias, voltee a ver al parqueadero de bicicletas y de nuevo los ojos verdes volvía a ver, estaba rojo y se notaba enojado, sonreí burlonamente y volví a mi coche, al entrar me golpeó el aire caliente en mi cuerpo, esto era zona segura, la luz estaba prendida cosa que me preocupa ya que una vez se me había olvidado apagarla y tuve que esperar por una hora a un mecánico para recargar la batería.
Metí la llave, la voltee, el primer ronroneo débil, de nuevo repetí el proceso y de nuevo el ronroneo me avisaba que debía apagar la maldita Luz la próxima vez que bajara del auto.-Говно (mierda) - golpee el volante y abro la puerta para bajarme y maldecir más y para empeorar las cosas mi celular estaba apagado, estaba que lloraba de la rabia pero peor me puse al darme la vuelta y encontrarme con una sonrisa burlona del ojiverde - Что ты видишь (¿Que ves?!)- grito para recibir su mirada de cofusion volteo los ojos y entro se nuevo al auto para intentar de nuevo, uno, dos y tres y nada, sigue ronroneando cuando debería rugir. Soy una estúpida que salió tarde de su clase que casi nadie toma y para su mal se le agoto su batería y no solo eso sí no que al otro extremo estaba aquel extraño que se burlaba de su desgracia.
- ¿Necesitas un minuto para llamar a alguien que te recoja o llamar a un mecánico? - abrí los ojos de golpe a escuchar un acento inglés con una melodía bastante agradable, volteo y lo primero que me encuentro en sus ojos verdes observándome, abro la puerta y extiendo mi mano - que?... Oh! Entiendo, toma- me entrega su celular y procedo a marcar a sebastian y pasa a buzón, debe estar en su partido... Mierda. Su partido.
- ¿Oye estás bien? Pareces asustada... ¿Si tengo minutos verdad? - mierda... El partido.
- El partido era hoy..- balbuceo inconscientemente, el me mira y sonríe
- hablas del partido de la otra universidad? De esa prestigiosa? - lo miro con confusión ¿Por que sabe eso? - lo sé, porque también iba para allá, si quieres ir a verlo... Ya vienen por mi unos amigos - este muchacho me leyó la mente porque respondió a la perfección, podría agradecerle con un beso como en la madre Rusia pero me limito a aceptar su invitación.
Mientras esperábamos por sus amigos intento de nuevo poner en marcha mi auto pero una vez más recibo una respuesta negativa, tome mi abrigo afelpado y mi bolso.
- lindo abrigo.- me apaga con una pizca de burla, blanquee los ojos, saque un cigarrillo y un encendedor y rápidamente lo prendí, la primera calada en un día tan helado era sentir la gloria. - eres una chica de pocas palabras ¿No?- haber polluelo te acabo de conocer y solo me interesas por el hecho de que me llevarás a ver el partido de mi novio- sonreí al ver cómo su expresión era de asombro al escuchar la única razón que estaba al lado de el.
No busco más conversación y minutos más tarde llegaron sus amigos en un deportivo blanco, descapotado... En pleno invierno... ¿Ya dije descapotado? Es que como se les ocurren, no estaba nevando por suerte, todo el transcurso intentaron hacerme conversación pero se rindieron cuando al preguntar mi nombre les respondí que me llamaba como su madre, nadie respondió mi comentario ofensivo pero si recibí mala mirada del oji verde.
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ты рискуешь, Лейла. (corre el riesgo, laila.)
Teen Fiction¿Qué hacer cuando todo lo que conocés desaparece? Antes de conocerla sabías que el aire era el que te hacía estar vivo, cuando la conoces a ella te hace ver qué hay más de aire y que el aire que ella te enseñaba te hacía salir de tu zona de confort...