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Narración:
Al colgar la llamada Celvin apagó el móvil y se dispuso a salir.

Cuando abrió la puerta más de tres de sus amigos calleron al piso, todos estaban cerca de la puerta para oír lo que pasaba entre Celvin y Aiza. Al descubrirlos Celvin, todos comenzaron a disimular no haber oído nada.

- Qué pasa con ustedes, está conversación era privada.

- Celvin tranquilo a todos nos inquieto oír que le dirías. —cristian trato de calmar a Celvin.

- Como sea, sigamos en lo que estábamos. —celvin no se veía con ánimos.

Todos comenzaron a moverse a donde estaba la fiesta.

- Ella es una gran chica. —dijo Cristian, apoyando su brazo en el cuello de su amigo.

- Lo se, pero alguien como yo jamás tendrá una chica como esa. como sea ella no siente lo mismo, lo que dijo solo fue para molestar a Mishel.

- Yo creo que si siente algo.

- ¡No! Cristian, y ya no quiero hablar más sobre ese tema.

- Como quieras. ¡Vamos a ver cómo está el ánimo esta noche! —Gritó Cristian.
Enseguida la música comenzó a sonar muy fuerte. Celvin se sentó intentando sonreír, mientras veía bailar a todos los demás.

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