-¡Te gané! Oh diablos, qué bien se siente ganar después de un mes- sobó su estómago intentando digerir un poco la limonada.
Las competencias habían vuelto, por lo que cada regreso hacía la cafetería era un desafío por quién se acabara primero el vaso de limón. Los últimos meses eran victoria por parte de su mejor amigo y esta vez no se dejaría vencer, le ganaría.
El ganador pensaba un reto para el otro, y los finales no le fué nada bien. Pensaba sobre aquella vez donde tuvo que mirar por debajo de las faldas de unas mujeres, y sus escalofríos se hacían presentes. Nunca había presentado tanto miedo como con aquella rubia y ni qué decir de la pelirosada.
Se las pagaría. Lo haría pagar por aquél acontecimiento, lo haría retorcerse de la vergüenza.
-Tsk. Sólo dilo de una vez- recostó su cuerpo en la silla de metal, cruzando sus brazos aborrecido.
El rubio, tomó su barbilla pensativo, buscando algún buen reto que darle. ¿Debía obligarlo a lamer el suelo? ¿Bailar en la barra? ¿Cantar en voz alta? No no.
Tenía que ser algo jodidamente bueno.
Buscó entre las personas, el bartender que limpiaba algunos vasos de vidrio, los ancianos ubicados en una esquina, y de pronto las miró.
Su sonrisa se extendió en su rostro de una manera inimaginable, prendiendo el foco de su cerebro.
-¿Y bien?- preguntó desesperado. Conocía a Naruto a la perfección, y estaba completamente seguro que su respuesta sería algo estúpido, probablemente limpiar los trastes sucios de aquella cafetería o lamer sus suelas. Bien por él que no perdía todo el tiempo, que al contrario, su mente sí trabajaba para buenas ideas.
Naruto, azotó sus palmas en la pequeña mesa de madera, acercando su rostro al azabache. Movió su dorso cerca de sus labios, invitándolo a que escuchara atentamente.
-Hay dos chicas en la mesa de atrás, tendrás que pedirle una cita a cualquiera de las dos y...-alargó su mención, queriendo hacer las cosas interesantes.-tendrás que decirle que está muy buena-
Frunció el ceño. A este sí que se le había zafado un tornillo, pensó. De cualquier cosa que pudiera decir, esta había sido una de las más idiotas ¡Era sumamente fácil!
Soltó una risa burlona, esperando que comentara otra estupidez.
-¿De verdad?- levantó una ceja, cuestionando.
Naruto, asintió ligeramente.
-¿Te cuesta hacerlo, hombre? Recuerda que si no lo haces, tendrás que hacerme los mandados por dos meses, incluyendo los trabajos por parte de la escuela-
Le había dado en el blanco. Había logrado molestarlo, notando su mandíbula más tensa y su mirada seria. Esta vez ganaría, estaba muy seguro de eso.
Levantó su cuerpo de la silla con la mirada puesta aún en el rubio, para moverse con sus pies y caminar algunos pasos hacia las mujeres.
Su frente en alto, las notó centradas en plática, carcajeando probablemente sobre algún acontecimiento de sus vidas. Notó sus ropas finas, obviando que eran adineradas.
Rodó sus ojos. Lo que le faltaba, niñatas mimadas. Miró sus dos opciones: la castaña con cabello semi corto y la peli negra con destellos azulados.
Optaría por la segunda. Paró su cuerpo a centímetros de la mesa, notando que ninguna ponía su mirada en él, ignorándolo.
Si bien todo le molestaba, que lo ignoraran era lo peor. Segundos impaciente, sin obtener ninguna señal de notarlo, habló.

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El reto / / SasuHina
FanficUna salida de amigos se convierte en retos al azar. Donde Naruto siempre es el perdedor y esta vez, al ganar, piensa en algo para avergonzar a Sasuke.