El duelo

50 5 0
                                    

La semana pasó rápidamente. No tenía mucho tiempo para ver a Sofi o a Mili, ya que la mayoría de mis clases las compartía con Slytherin. Tenía dos clases con Hufflepuff (Botánica y Encantamientos) y tres con Ravenclaw (Transformaciones, Defensa contra las Artes Oscuras y Pociones). Sofía era muy buena en Pociones. Yo no tanto, pero la pasaba en Transformaciones. Ella aún no podía transformar el fósforo en una aguja. Estaba pensando en eso y escuchando Imagine Dragons en mi Ipod cuando noto que tiré a un chico en el piso.

        -Lo siento -dije sacándome los auriculares y estirando una mano para ayudarlo a pararse cuando lo reconocí. Era el chico del disfraz de Percy Jackson en la fiesta.

        -No pasa nada -dijo aceptando mi mano y parándose-. Soy Tomás -se presentó.

        -Camila. -le dije sonriendo y él sonrió también. 

        Hablamos un rato (edad, gustos, etc.) y vi que era muy parecido a mí, salvo por el hecho de que él estaba en segundo y yo en primero. También me dijo que era guardián en Quidditch. 

        -¿Sabías que unos chicos se batieron a duelo? Están en la enfermeria -me contó

        -¿En serio? ¿Quienes? -pregunté curiosa.

        -Una tal Sofía de Ravenclaw, Milagros de Hufflepuff y Valentín de... -dijo pero no lo dejé terminar. Ya había salido corriendo hacía la enfermería.

        Antes de entrar dije un hechizo.

        -Orchideous -dije y un ramo de flores apareció en mi mano. Saqué unas ranas de chocolate de mi mochila y entré

        Cuando entre, vi a Mili en una camilla. Sofi y Hajime Hinata estaban a su lado y Valentín sentado con los brazos cruzados y el izquierdo ensangrentado, sentado en la camilla de al lado solitario. Se notaba que estaba molesto. Le tiré una rana de chocolate que agarro con la mano derecha.

        -Ten -dije y le entregue a Mili el ramo de flores y una rana. Valentín bufó molesto-. ¿Qué paso? -dije esperando una explicación.

        Me contarón que habían tenido un duelo y que Valentín se había vuelto loco por un collar que estaba maldito. El collar de Rhydian. Miraba a Valentín y no podía evitar pensar que nos parecíamos mucho. Él me miró y yo desvié rápidamente la vista hacía Sofía, que miraba él  brazo de Valentín, que seguía sangrando.

        -Repello Inimicum -dijo Sofía de repente, con un movimiento rápido de la varita y el brazo de Valentín se curó.

        -Gracias -dijo Valentín mirando su brazo curado.

        -De nada -dijo Sofi contenta pero preocupada.

        -¿Cómo te habrán puesto el collar? -preguntó Hajime pensativo.

        -Cuando dormía -dijo Sofi.

        -Entoncés tendría que haber sido algún Gryffindor, o alguien que sepa nuestras contraseñas, porqué si no, no sé como entró. -dije.

        -Cierto. -dijo Sofía asintiendo. Miró a Mili que estaba acostada en la camilla, sin heridas aparentes pero muy asustada.

        -Le hice un Cruccio -susurró Valentín avergonzado.

        Lo miré boquiabierta y desvié la mirada para otro lado, cruzándome de brazos. No podía creer lo que había hecho. Nos quedamos hablando un rato (yo seguía enojada con Valentín y con cada cosa que decía fruncía el ceño) y luego me fui con Sofi al escondite secreto. Valentín nos siguió.

        -¿A dónde van? -nos pregunto.

        -Si te quieres enterar, síguenos. -le dijo Sofi con picardía.

        -Pues allá vamos -dijo él empezando a caminar a mi lado.

        Fuimos a mi escondite y nos quedamos hablando un rato y Valentín me dio un dato que me puso de lo más contenta: ¡El lunes serían las pruebas de Quidditch! Estaba de lo más feliz. Sofi le contó su poder y Valentín nos admitió que hablaba parsel, osea que hablaba con las serpientes. Lo miré sorprendida.

        -¿No me crees? -me preguntó.

        -Te creo -le dije segura.

        No volvimos a hablar del tema pero el clima estaba tenso. Sofi dijo que quería dormir. Me quedé diez minutos en un incómodo silencio con Valentín hasta que ambos nos dirijimos a nuestra Sala Común. Lo miré cuando estaba en el primer escalón de la escalera y el también, pero no nos hablamos. Todavía resultaba extraño lo mucho que nos parecíamos. Habíamos hablado con Mili de ese tema pero sin llegar a ninguna conclusión. Me quedé pensando en eso hasta que caí rendida en brazos de Orfeo. El viernes más raro de mi vida.

El Trío de Plata y El Misterio de Rhydian.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora