1:27 am.

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Apagó el motor del coche.
Lo único que se escuchaba era su respiración, hasta que al cabo de unos segundos se escuchó un pitido. Era el tono de llamada de su teléfono.

Suspirando de frustración, pasó una de sus manos para frotarse los ojos.
Después de dejar pasar un par de pitidos más, se decidió por sacar el móvil del bolsillo de la chaqueta.

Era él. Otra vez.
No fue capaz de deslizar el botón y contestar. Siempre dudaba a la hora de recibir sus llamadas, pero ya se había acostumbrado.
Dejó sonar el buzón de voz.

“—Yo...Jaehyun, porfavor, te necesito. Regresa. Sabes que sin ti no soy nada.
Volvamos a tener nuestro mundo.
Solo...solo dame una oportunidad más, porfavor, Jae.

Se escuchó un llanto.

Te quiero, sabes que siempre lo he hecho.”

El buzón de voz se cortó.

Jaehyun bajó la cabeza, dejando el teléfono en su regazo.
Él no debía, no otra vez. Ya lo había intentado anteriormente, ¿que iba a cambiar ahora?
Nada, él lo sabía, pero seguía insistiendo.
¿Pero por qué no se lo negaba?
No lo sabía.

Negó varias veces con la cabeza.
No podía seguir con el mismo cuento, repitiendo la misma historia una y otra vez.
Apretó sus manos haciéndolas puños.
Agarró el móvil sin pensárselo más.
Lo desbloqueó y fue directo a contactos. Nada más abrirla se encontró con su número reciente.
Pulsó la pantalla y en seguida tenía el teléfono en la oreja.
La otra línea descolgó en el tercer pitido. Pero ninguno de los dos se atrevió a hablar hasta un par de minutos después de escuchar sus propias respiraciones.

Ya no tenía miedo de decir la verdad, por mucho que doliera, tenía que dejarlo ir.

“—No voy a volver. No pienso volver corriendo hacia ti. No soy el mismo que antes. Cada llamada tuya me sacude el corazón...pero ya no hay lugar para ti, lo nuestro se acabó.
Sabes que no voy a volver, pero también sabes que cada vez que haces esto me derrumbo. Así que...ya no me vuelvas a buscar más.

En la línea de escuchó un llanto de nuevo, intentaba hablar pero tenía la voz rota.

A Jaehyun le dolió, pero lo volvió a decir.

No voy a volver, Doyoung.”

Y seguidamente, colgó.

Había tomado una decisión después de tanto tiempo. Y no se iba a echar para atrás.

Pasó saliva, se le habían quedado los labios resecos.
Recogió del asiento del copiloto su chaqueta y maletín, empujó del manillar de la puerta y salió del vehículo.

Sin prisa, cerró la puerta y pulsando al botón correcto de las llaves del coche puso la alarma.
Se dirigió a su casa.

Miró su teléfono en su mano izquierda.
Al final, todo terminó de la misma manera que comenzó. Con una llamada.

Sonrió amargamente, y entró a su hogar.

Fin.



































Y hasta aquí el OS ¡!
Muchas gracias por pasar y leer.
A veces, los escritos a la 1 y 27 de la mañana pueden ser los mejores ;v
Nos vemos uwu

bꪖᥴk 2 ᥙ // jꪖꫀⅆꪮ [ꪀᥴt]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora