Retahíla

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A veces pierdo la paciencia, a veces me encierro en mi cabeza y entre los barrotes de mi cárcel particular, me la juego y me repito una y otra vez que las cosas son mucho más fáciles de solucionar y que el ser humano por excelencia se las complica por vicio, me repito una y otra vez una retahíla de palabras que ni yo misma acabo de creer. Que decir las cosas es más fácil de lo que planteamos y que las ansiedades son innecesarias y sólo nos traen dolores de cabeza y malos hábitos. Odio sentirme agobiada, odio sentir las responsabilidades atadas como un nudo al cuello, odio no saber gestionar mis emociones y que luego desemboquen en ansiedades que no tendrían que estar ni siquiera ahí.

Fragmentos de miDonde viven las historias. Descúbrelo ahora