La luna siempre le pidió al universo....
Algún día encontraré otra estrella que resplandezca, con tanta fuerza y quiera compartir el cielo?
Pasaron tantas noches, tantas, que una de esas fue ella misma quien bajó a la tierra a buscar alguna respuesta a su pregunta.
Vagando en la oscuridad encontró una estrella...
Aunque no hubiera sido a primera vista, ambos quedaron cautivados por el otro.
Tan enamorados estaban ambos, que el sol fue quien le preguntó a la luna si quería compartir todas las noches por delante.
fue así que compartieron el cielo, y aunque de una nace la noche y de la otra el día, ambos se amaban mucho y aprendieron con el tiempo a compartirse. Por qué aunque podían brillar en la individualidad, juntos iluminaban aún mejor.
Siempre para amar a otro, hay que encontrarse con uno mismo, a veces el amor propio no se encuentra a menos que una persona nos haga ver lo valiosos que somos y es ahí, donde se crea el amor por el otro.
Geminis-14