Kairos

No sé cómo explicar lo que siento ahora. Me acaba de dejar mi primer novio, en el 14 de febrero, el día del amor y nuestro aniversario, pero no siento dolor, solo pena.
-¿Me  amas? ¿Alguna vez me has amado?-Me preguntó antes de irse.
Pero a veces las preguntas son complicadas y las respuestas son simples.
-No Víctor, creo que nunca lo he hecho.
Me dolió mucho admitirlo pero era la verdad y él no se merecía estar con alguien que no lo amara, era mi mejor amigo, estaba acostumbrada a su presencia y sabía que no sería fácil adaptarme a estar sin él.
Eran las 10:30 pm se suponía que pasaríamos toda la noche juntos, pero en ese momento estaba sola, sentada en un café y sin planes. No quería ir a casa, porque mi madre me preguntaría qué pasó y no tenía deseos de hablar de lo ocurrido.  Quería ir a un lugar donde nadie me conociera, lleno de personas y con música para ver si así lograba despejar mi mente.
Así que pensé que podría caminar un rato por la ciudad, era San Valentín y las calles estaban decoradas para la ocasión así que por lo menos vería cosas lindas.
Pero en cuanto intenté levantarme de la silla alguien chocó conmigo.
-Oh, perdón ¿estás bien?
Es una chica  realmente hermosa, alta, tiene el cabello castaño oscuro y perfectamente ondulado. Creo que la conozco pero no estoy segura.
-Sí, estoy bien, no fue nada, no te preocupes-Le respondo.
-Creo que te conozco ¿eres compañera de Kevin no? ¿Eres Lara por alguna casualidad? Yo soy su prima.
-Sí, sabía que te conocía. ¿Julia verdad? -Ahora lo recuerdo bien, la he visto por los pasillos de la escuela, siempre ha llamado mi atención porque parece tan segura y decidida que hace que me sienta avergonzada cuando la miro, que raro.
-Como Kevin se mudó ahora voy sola a una fiesta-ríe.
Kevin me había invitado a salir con él pero como Víctor no es de ir a fiestas o lugares con muchas personas, casi siempre estábamos en casa.
-¿Y qué haces aquí sola?-Me pregunta.
-Nada, ya me iba-Digo ya poniéndome de pie.
-Cómo que nada, ven conmigo entonces, hay un bar cerca de aquí y es muy bueno, te gustará.
Cómo iba a salir con ella, prácticamente no la conocía. ¿Pero acaso no era eso lo que quería, estar con personas que no me conocieran?
Cuando llegamos al bar uno de los guardias de seguridad nos pidió la identificación y luego nos dejó pasar. La entrada era muy oscura y silenciosa, apenas podía ver nada, Julia me tomó de la mano y me dijo que tuviera cuidado, y al bajar unas escaleras ya  podíamos escuchar el sonido de la música.
Era un lugar inmenso, lleno de personas bailando.
-¿Qué hora es?-me preguntó Julia.
-Faltan 15 minutos para  las 11:00. ¿Por qué?
-Las bebidas son a mitad de precio hasta las 11:00, así que nos debemos apurar.
Me tomó de la mano nuevamente y me llevó hasta la barra. En 15 minutos bebimos todo lo que pudimos, hasta que olvidé todo lo que había pasado hace un rato con Víctor. Cuando terminamos el último trago de vodka le dije:
-Vamos a bailar-tuve que gritar para que me pudiera oír porque la música estaba muy alta.
-Si-responde emocionada-pero primero suéltate el cabello, te ves más hermosa con tu cabello rubio suelto.
Fuimos juntas hasta el centro, donde estaban todos bailando, todo me daba vueltas, me sentía tan contenta y liviana, hacía mucho tiempo que no me sentía así. Reímos, saltamos, disfrutamos como si fuera la última noche.
Y cambiaron la música y  pusieron la canción Sorry de Halsey.
-Ufff, adoro esa canción, baila conmigo Lara.
-¿En serio?- Le pregunté-es una canción lenta ¿cómo se supone que la bailemos?
-Así.
Y de repente me abrazó y comenzamos a bailar.
Me sentí tan bien, tan tranquila al estar ahí junto a ella, hasta que se nos acercó un chico que estaba intentando hablarnos desde que llegamos.
-¿Y ustedes qué, son pareja?
Julia lo miró y yo le dije:
-Sí
Y la besé, y ella me devolvió el beso.
-Ok, ok, me voy entonces- Dijo el chico ya dándonos la espalda.
-¿Cómo pudiste?-Julia estaba sorprendida-me tomaste por sorpresa-ríe
-No sé, nos ha estado molestando y no supe que otra cosa hacer.
La dos nos reímos de lo sucedido y continuamos bailando hasta que estuvimos tan cansadas que decidimos irnos.
Estábamos un poco mareadas así que con cuidado subimos las escaleras y cuando íbamos por el pasillo oscuro Julia me dijo:
-Lara espera, quiero comprobar algo.
-¿Qué?
Acarició mi mejilla con sus largos dedos, y luego mis labios, tomó mi cara entre sus manos y me besó suavemente, como si no supiera que estaba haciendo, como si fuera la primera vez que besaba. Sentí el aroma a flores de su cabello y sin saber la razón, me dejé llevar por el momento. Abrí mi boca y su lengua se encontró con la mía. Fue como si hubiéramos abierto una puerta a un lugar completamente nuevo. Queríamos acercarnos más pero no podíamos, saboreamos cada segundo, quisimos que fuera infinito, yo sentí que fue infinito.
Y de pronto sentí mi celular sonar.
Julia se alejó. Era un mensaje de mi madre. Al parecer Víctor llamó a casa y le contó lo sucedido y ella quería saber dónde estaba.
-Eh, tenemos que irnos.
Salimos del bar y en la calle me corregí.
-Tengo que irme lo siento.
-¿Pasó algo? Todo bien, sobre lo que pasó…
-No importa-la interrumpí-no te preocupes, debemos coger un taxi.
Durante todo el trayecto no dijimos ni una palabra, tuvimos miedo supongo, o no supimos que decir.
-Bueno, me quedo primero, supongo que nos veremos en la escuela.
-Lara…
-Ten cuidado, nos vemos.
Vi al taxi alejarse y entré a casa.
Al  llegar a casa mi madre quiso conversar sobre lo que pasó, le dije que no tenía ganas de hablar al respecto, me preguntó en donde estaba, le dije que con una amiga y me fui a mi cuarto.
Una vez en mi cama, la recordé.
Julia.
No podía creer lo que había pasado, nos besamos, dos veces, y más aún no podía creer que me había gustado, me encantó, nunca me habían besado de esa forma. Estaba confundida, nunca me había sentido atraída por ninguna chica antes, fue completamente nuevo, e increíble. Prácticamente no dormí nada esa noche, solo pude pensar en ella.

Al día siguiente no podía esperar a verla en la escuela, pero no sabía que decir. Durante todo el día traté de verla por los pasillos pero no lo logré. En el horario de almuerzo me senté sola, no tenía ganas de estar con nadie, solo con ella. Y mientras comía, de repente Julia se sentó frente a mí, sin decir una palabra, solo me miraba con sus perfectos ojos cafés, esperó a que terminara y me dijo:
-Tenemos que hablar.
-Lo sé, no te he visto en todo el día…
No me dejó finalizar la frase, me tomó de la mano sacándome del comedor.
-Pero espera. ¿A dónde vamos?
-A mi lugar favorito.
Me llevó a la parte de atrás del campo de fútbol.
-Aquí es donde vengo siempre que me siento mal, no tengo muchos amigos así que casi me desahogo sola aquí, casi nunca viene nadie, así que podemos hasta bailar si quieres.
Reímos y todo quedó en silencio.
-Respecto a ayer… le dije.
-Déjame hablar a mi primero por favor.
-Está bien.
-Nunca había besado a una chica antes, eres la primera, pero, no puedo dejar de pensar en lo que pasó, no puedo dejar de pensar en tus ojos verdes y en la manera en que sonríes. No puedo olvidar tu beso y no sé por qué pero quiero que se repita. ¿Quieres que se repita?
Sin pensarlo me acerqué, le dije que sí, y nos volvimos a besar, fue asombroso encontrar su boca nuevamente.
Nos pasamos horas en ese lugar hablando de todo tipo de cosas, hasta que sonó su celular.
Siempre fue el sonido de un celular.
-Ya es la hora-Me dijo.
-¿De qué?
-Recuerdas que Kevin se mudó, pues se suponía que yo mi iría con él pero los papeles de mi cambio de escuela se demoraron más y por eso él se fue antes, mis padres y yo nos iremos hoy.
Por eso no la había visto en todo el día, sólo vino a despedirse.
-¿Es en serio? Pero no pude ser, no puede ser tan corto, no podemos durar tan poco, no tuvimos chance a nada, quiero estar más tiempo contigo.
-Tal vez estaba destinado a ser así Lara, tal vez para que sea especial debe ser fugaz.
Me besó en la frente y se fue, así, sin más.
Julia, la primera y única chica que he besado, siempre seremos especiales.