Olvídalo

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Fic correspondiente al evento de "San Valentín Desamor" del grupo de Facebook SAO Fickers.

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OLVÍDALO

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El reloj de pared marcó las diez de la mañana cuando Asuna logró ingresar a su oficina y tener unos minutos de privacidad, no había descansado desde hacía varios días, luego de pasarse todo el tiempo dirigiendo y coordinando al personal de la pequeña oficina postal, que era de su propiedad, dentro del humilde pueblo donde residía.

Hacía ya cinco años que se mudó a ese poblado al sur de la nación, luego de quedar huérfana y heredar la fortuna de su familia; con la cual decidió hacerse de ese medio de comunicación que uniera a todo el país. Eran tiempos difíciles y el ánimo general era un caos, pero ella era hábil a pesar de ser joven y supo hacer buen uso de su astucia, de modo que aquellos años de tropiezo dieran su fruto. Haciendo de la comunicación la única vía más eficiente, sobresaliendo su emporio a tal punto, que estaba a un paso de extender el apellido Yuuki a otros países y coordinar con otros medios de igual índole.

Con la vista algo borrosa observó la fotografía en su escritorio, se acomodó en la silla que crujió con suavidad al soportar su peso.

Y como todas las veces que la tomaba, una tormenta de sentimientos se acumuló en su pecho, inconscientemente suspiró y sus orbes se humedecieron, a pesar que sonreía.

Su familia... la que perdió en aquel incendio.

Una fotografía en el jardín, frente a la gran mansión que le vio crecer. Sus padres parados a la par del otro; Shouzou le abrazaba con gran afecto, a pesar que ya era toda una señorita.

Todavía recordaba la amable voz de su padre diciéndole "mi hermosa hija" y llenándola de besos, su madre aunque estricta, le debía su carácter fuerte que le salvó de hundirse en soledad y depresión.

A un costado de su padre, se encontraba su hermano mayor, como era costumbre suya mantenía su brazo sobre el hombro del patriarca Yuuki. Kouchirou su elegante hermano y compañero de travesuras, la cámara atrapó el instante exacto en que le jalaba la flor que adornaba su cabello.

Una presencia más se encontraba plasmada entre las cabelleras castañas, no un oportuno sirviente que llegó por casualidad. Al contrario el mismo Shouzou fue corriendo a traerlo para que acompañara a la familia.

Asuna sintió un fuerte dolor de cabeza al ver en un segundo los últimos momentos del mayordomo, a quien le debía la vida, él le salvó de morir carbonizada.

Refinado, simpático y amigable señor Kirigaya... su amigo, quien al igual que todo lo que amaba, murió ese fatal día.

El suave toque a la puerta le hizo poner la fotografía en su lugar y limpiar sus ojos. No quería verse vulnerable frente a sus empleados.

—Están muy ocupados por aquí —la familiar voz de Lizbeth, su amiga, quien ignoró su estado, de tanto regaño ya no insistía en decirle que debería de superar el pasado.

Asuna controló su respiración antes de contestar con actitud seria — Pronto será San Valentín, en estos tiempos, la festividad de amor y amistad hace que las personas se olviden de las dificultades.

—Aunque es un caos comparado a años anteriores, ¿sabes? Un chico me empujó cuando entré, ¡es un mar de gente allá afuera!

Ante la quejas de Liz, dejó escapar una risita divertida, su amiga siempre se quejaba por todo, incluso de la campana en la entrada.