02
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El sol se encontraba en su mayor resplandor, ninguna nube custodiaba su territorio, excepto el humo oscuro del Ferry que dejaba un sendero grisáceo en el aire.
El sonido característico de la locomotora anunció su pronta llegada a la siguiente estación.
Tímidamente Asuna vio por la ventana, el verde paisaje en la colina le saludo, fascinada por tan hermosa vista se quedó estática admirando tal belleza hasta que los campos fueron cambiadas por la estructura de casas.
Había llegado.
El dolor de cabeza que sintió, no era a causa de tan largo y agotador viaje, ni marearse por no utilizar tan seguido ese medio de transporte, padecer de esa jaqueca era un mal hábito por tener mucho rondando en sus pensamientos.
Aún le faltaba recorrer unos kilómetros más, pasar a ese pueblo era parte del trayecto de su destino final.
Por sugerencia de Liz, arrendó un vagón completo para ella, no le gustaba actuar como una señorita de alto porte pero, cada día el Ferry era abarrotado por personas que deseaban hacerse con un boleto, viajar apretada y con cientos de personas a su alrededor cuando tenía un mar de pensamientos, no era adecuado.
Dejó escapar un suspiro pesado cuando el tren se detuvo por completo, más ella no se movió, su equipaje estaba en el mismo sillón por lo que tomarlo y salir le sería sencillo. Lo que la acobardaba de bajar alegre como el resto de pasajeros, era la razón de montar esa aventura.
"¡Era una completa locura ir a buscar al joven que claramente no deseaba verla ni en pintura!"
Dejar su residencia y trabajo por un capricho, no era algo que una dama de su madurez debía hacer, ya no era una niña.
Pero no podía vivir con ese puñal en el pecho, no le importaba que no tuviera claro que haría cuando lo encontrara, debía arreglar ese problema y punto.
—Niñato ingrato, espero hayas madurado ya.
Reprimió gritarlo, al menos no quería ensuciar sus modales.
Tomó su maleta y comenzó a salir del vagón. Lo primero que haría, ni bien tocará tierra firme, sería buscar transporte que la llevase al siguiente pueblo.
No era acoso lo que hacía, se tomaría la tarea de aclarar todo, incluyendo el malestar en su corazón. Que Kazuto la evitará por varios meses hasta llegar al punto de huir lejos de ella, le dolió, si no conociera por un tercero la razón de dejar la comodidad de la cuidad y cambiar a una ruta en un pueblo recóndito lo hubiera despedido de inmediato por tomar decisiones que no le correspondían... al menos sabía que era un buen chico.
Un buen chico que solo a ella le trata como una rufián que repartía lástima.
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No estaba para más decir que su actitud temeraria le traería problemas. Esas travesuras de niña, habían ganado cada una de sus decisiones en ese día.
Decisiones que parecían correctas al ver los campos multicolores que llenaban el aire de un aroma agradable la hacían sonreír, estaba maravillada de ver camas de flores que sobrepasaban los kilómetros. En la cuidad era imposible ver algo así.
La inapropiada idea de bajarse de un brinco de la carrera que la transportaba, solo para ir y cortar un par de ellas con el afán de colocarlas en un jarrón que adornara su habitación, tuvo que borrarlo de su mente, ante lo peligroso que era.
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Olvídalo
FanfictionEl peso del pasado arrastran al presente, en busca de unir asuntos pendiente. Aporte al evento de San Valentín Desamor del grupo de Facebook SAO Fickers Fanart utilizado como portada pertenece a @Sumi_Chan; amiga hermosa gracias por dibujar a mis ni...