Capítulo 1

81 6 1
                                    

Cansada por la clase psicología clínica y con un gran apetito, y como nunca tenía unas inmensas ganas de comer pizza opté por irme yo sola a la pizzería. Yendo hacia mi destino me encuentro con el mensaje de un chico con el que solía salir cuando tenía 18: "Santiago" en el cual me estaba felicitando por la culminación de mi tercer ciclo en la universidad.

Santiago: ¡Felicidades ¡ Cada día vas mejor.

Yo: Ok. Gracias.

Santiago: ¿Cómo has estado?

Yo: Bien, recién salí de clases y ¿Tú?

Santiago: Bien, o al menos eso creo. Supongo que irás a tu casa.

Yo: Supones mal. Iré a comer pizza, mis amigos no quieren así que iré sola.

Santiago: ¿Me guardas unas piezas?

Yo: Claro, siempre y cuando me invites otra el viernes.

Santiago: Trato hecho señorita. ¿Dónde te encuentras?

Yo: Av. Boulevard , cerca de mi universidad.

Santiago: Yo voy pero solo hay un pequeño problema.

Yo: ¿Cuál es?

Santiago: ¿Podrías esperarme 30 minutos?

Yo: Hasta que ordene y me entreguen la pizza me tomará alrededor de ese tiempo.

Santiago: Entonces te veo dentro de 30 minutos.

Yo: Perfecto. Me escribes cuando este por aquí cerca.

Santiago: Muy bien señorita. Me alegrará verte.


Procedo a ordenar pizza a la americana ¡ Mi favorita! , papas fritas y mi gaseosa predilecta. Pago el valor de mi orden y espero a la pizza al igual que lo espero a él. Mientras doy una ojeada a mí alrededor. Gracias al cielo no hay nadie conocido aquí.

Al cabo de 25 minutos me entregan la pizza y le procedo a textear ya han pasado alrededor de 30 minutos.

Yo: ¿Demoras aún?

Santiago: Unos 10 minutos más ¿ Me esperas?

Yo: Te espero en el malecón que está a tres cuadras más allá.

Santiago: Mucho mejor, ando con ropa formal.

Yo: ¿TÚ? ¿FORMAL?

Santiago: Lo sé, es raro pero ando con terno por mi nuevo trabajo.

Guardo mi móvil en el bolsillo superior de mi camisa, dando gracias que hoy fui a la universidad algo arreglada, me suelto el cabello y lo acomodo con mis manos. Tomo la caja de pizza y dentro de ella guardo mi caja de papas fritas y la acomodo dentro de mi mochila y en un pequeño bolsillo guardo mi gaseosa. Salgo de la pizzería con rumbo al malecón.

Todas las bancas están llenas, así que acudo a las gradas; tomando asiento con mi mochila que está totalmente llena y pesada. Al cabo de minutos logro visualizar a un chico alto, cabello oscuro, muy bien arreglado y una corbata gris. Abro mis ojos en significado de mi gran sorpresa de verlo así. E incluso puedo inferir que lucía más apuesto de esa manera y sin duda alguna su corbata me trae recuerdos de un libro. Sigue acercándose hasta donde me hallo sentada. Me da un beso en la mejilla y manifiesta su demora tratando excusarse del atraso.

Me propone ir a la laguna que está en el malecón, toma mi maleta y la coloca sobre sus hombros. Caminamos hacia allá, mientras trata de hacerme una conversación:

Nuestra historia descontinuadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora