To my nostalgic
Su sonrisa encantadora lo deslumbró
Había descubierto varias cosas en la semana más larga de su vida.
La primera era que aquel muchacho elegante y llamativo se llamaba Steve Rogers, la segunda, que era imposiblemente sexy. No era una broma, Tony no podía apartar la mirada mientras que el joven servía delicadamente el café, sus largos dedos sostenían las tazas que llevaba de una manera única. El rubio dejó una de ellas frente a Tony, dedicándole una fugaz mirada, el castaño sonrió como bobo incluso cuando el chico ya se hubo retirado para seguir repartiendo el café por las oficinas.
El genio hizo de todo por llamar su atención, lo invitó a salir numerosas veces pero Steve se negó educadamente en cada ocasión. Su manera de esquivarlo era en verdad emocionante. Tony simplemente no pudo ignorar a Steve nunca más.Si de algo le sirvió al genio prestar atención a los chismes de su empresa fue para averiguar que el rubio era demasiado profesional. No tenía problemas con nadie, no tenía afinidad con nadie, y dentro de esa careta de seriedad nadie sabía lo que podía esconderse. Iba a comer siempre a la misma hora, sin ningún acompañante, y no era porque nadie se interesara por él, de hecho, tenía a su propia séquito de idiotas babeando detrás del rubio. Tony entraría a esa lista si no fuera tan prodigioso. Steve era intrigante, fascinante. Era enloquecedor.
Se permitió babear un poco más a ver pasar a Steve a su oficina, con tazas de té está vez, el castaño no quería ser maleducado pero ciertamente odiaba el té, y la mueca que hizo no pasó desapercibida por el rubio.
—Una disculpa—comenzó, Tony se estremeció con el sonido de su voz—se nos agotó el café, por hoy sólo será té.
El chico se dió la vuelta y el castaño se obligó a desviar la mirada, no tenía que mirar fijamente su trasero si quería un problema en su pantalones, porque era wow, perfecto y redondito.
Carraspeó para desviar sus pensamientos y aceptó el té.—¿Por qué algún día no nos tomamos un café tu y yo?—soltó antes que se retirara. Steve se volvió a él.
—Iría con usted, si no fuera evidente que tiene otras intenciones, señor Stark.
Tony boqueó como pez fuera del agua.
—Claro que no—dijo con fingida indignación—sólo quiero que podamos ser amigos, para llevar un mejor ambiente laboral.—Aún así, no veo por qué deba aceptar su invitación— y se retiró.
Bufó, se sentía de nuevo como cuando era niño y trataba de llamar la atención de sus padres.
¿Que no era guapo? Lo era y mucho, era consciente de ello, era divertido, genio, millonario, playboy, filántropo. Bueno, tal vez lo de playboy era el problema, rayos, estaba desesperado por un poco de atención de Steve.Lo observó a través de la ventana de cristal de su oficina como se paseaba por los pasillos luciendo como todo un ángel.
Suspiró.
...Scott Lang era el recepcionista, era un buen muchacho, claro que sí. Pero a Tony se le removió todo al verlo tan sonriente con Rogers a la hora de salida, por primera vez sintió envidia hacia alguien, hasta quiso ser él por unos instantes.
Se obligó a calmarse y caminó hasta su lujoso deportivo para irse a casa. Le sonrió a Steve antes de arrancar, tenía que armar un plan para conquistarlo. Los planes y las conquistas eran el área del genio, sonrió confiado.
Por eso, al día siguiente sucedió algo que sacó gritos de asombro ahogados de sus trabajadores, porque tomó una bandeja de la cafetería, se dirigió al comedor y se sentó frente a Steve Rogers, con una sonrisa gigante.
Y de paso, dejaba claro que él era su interés romántico y quitaba a todos los intrusos del camino.
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No he me olvidado de este, lo terminaré
Air Catchter~~
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Insensible à ses charmes - SHORTFIC (AU)
FanfictionEstoy desesperado por saber que piensas, y saber si piensas en mi aunque te esmeres en negarlo