La oferta

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Era un día más en Karmaland, Luzu volvía a su fortaleza acompañado de la bella doncella "Lana" (Lanita para Luzu y los cuates).

Evitando molestarla la dejó sola en una de las habitaciones, estaba preocupado, según él: todo había ido de maravilla. Ella había escuchado sus historias e incluso habían intercambiado bromas. Pero en alguna parte de la conversación, Lanita se había sentido incómoda y algo molesta.

Por más que lo llamasen "EvilLuzu", él seguía siendo una persona muy perspicaz, sabía interpretar muy bien la actitud de Lanita y evitaba agobiarla si sentía que algo acabaría mal.

Deseaba conocer más de ella, su historia, así podría comprenderla mejor y ayudarla; pero lamentablemente algo le impedía expresarse con total libertad.

Suspirando una última vez, miró hacia la habitación en la que Lanita se quedaba, saldría al pueblo a buscar un regalo para su invitada, quizá un libro, un muñeco o algo.

- Descuida Lanita, cuidaré de ti.

Con esas palabras en mente comenzó a visitar cada tienda y puesto del pueblo, con tanta variedad no encontraba el regalo indicado.

- Maldita sea!

Tenía ganas de destruir, de ver caos. El Ayuntamiento sería un buen objetivo. Después de todo aquel Alcalde de cuarta tenía la culpa de todos los problemas. Y eso incluia: los problemas amorosos.

- Con esos pensamientos te pareces al Alcalde y al Juez, Luzu.

Se dijo a sí mismo mientras masajeaba su sien intentando calmarse y pensar con claridad. Sacó el diamante de su bolsillo y lo miró con resignación.

- Tan valioso y tan inútil a la vez.

De repente un trueno cayó cerca de él haciendo que prestara atención a los alrededores, fue entonces que lo vió:

"ADIVINACIÓN"
"Consulta=1 diamante"

- okey?

Era algo bastante sospechoso, no había visto aquel local antes, qué estaba pasando? Con curiosidad y precaución entró, iba armado después de todo.

- Buenas tardes, EvilLuzu.

Desenvainó con rapidez y de un sólo movimiento acorraló contra la pared y su arma a aquel extraño.

- Así que nos rumores eran ciertos, uno de los héroes de Karmaland necesita mi ayuda.

Fueron pocas las palabras y la falta de miedo de aquel extraño, los que provocaron presionar un poco mas el filo en ese cuello buscando respuestas.

- Habla, si no quieres morir.

Una sonrisa siniestra retumbó en todo el local, la paciencia de Luzu se terminaba, después de todo parecía que se encontró a un fanfarrón. Empujó su arma un poco más logrando que una delgada línea de sangre se formara en el cuello del hombre.

- El pasado de la doncella

Y desapareció.


























- Si quieres conocerlo, ya conoces el precio.

" 1 diamante "

Era un precio muy bajo, habría gato encerrado?

- Juro por los dioses, que si no te limitas a mi petición, en tus actos, tus días estarán contados. Lo juro....

-Jajaja, por los dioses?

- ...por los dioses oscuros.

Dicho esto, una luz se elevó a los cielos, llevándose consigo el juramento y toda señal de burla y malicia del adivino.

- Estaré encantado de brindarle mis servicios EviLuzu.

De otro mundo - KarmalandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora