Ganar. Vencer. Aplastar a los demás. Un todo o nada contra el mundo. Eso es lo verdaderamente importante para un terrenis. El resultado es directamente proporcional a tu orgullo y honor. Vencer constituye en sí mismo la razón de tu existencia. Y por encima de todo, no te olvides jamás que ganar es todo lo que tus padres esperan cuando eres una estudiante de La Cruz del Sur.
...
«¡¡BUENOS DÍAS!! ¡¡A despertarse!!». Estas palabras empezaron a colarse a través de las paredes de La Cruz del Sur a unas horas intempestivas. Como Lilah se había levantado la primera fruto del nerviosismo del día, correteaba por los pasillos descalza mientras despertaba a sus compañeras.
—¡Despertaros! —gritó en ese momento abriendo la puerta de la habitación de Alysa.
—¿¡Lilah se ha vuelto loca o qué!? —exclamó Alysa con mala leche cubriéndose la cabeza con el edredón— ¡Dile que deje de gritar! —le ordenó a Nora.
—Nadie puede detenerla —le contestó su amiga saltando de la cama. Entonces se dirigió a la puerta abierta y observó a Lilah que seguía golpeado las puertas de sus compañeras— .¡Lilah, deja de hacer esto! Van a matarte.
—¡Buenos días! ¿No te parece un día maravilloso? —le preguntó con una sonrisa de oreja a oreja. Su cabello rizado se encontraba desordenado y aún iba vestida con su infantil pijama de tonos pastel.
—¡Cállate un poco! —le gritó Alysa lanzándole su almohada. Pero Lilah fue más rápida y cerró la puerta satisfecha al ver que había logrado su cometido y que pronto, podría conocer a los terrenis más guapos, atractivos e inteligentes del mundo.
—A este paso alguien la matará —suspiró Nora mientras escuchaba los gritos de Lilah aún cuando se había alejado unos metros. Las dos se observaron unos segundos en silencio y empezaron a reírse por lo absurda, loca y descabellada que podía ser Lilah.
...
A las ocho en punto de la mañana el alboroto de los pasillos se detuvo en seco y todas las alumnas del último curso de La Cruz del Sur se colocaron en fila en el pabellón de deportes.
—Hoy vamos a empezar las pruebas de selección —les informó su director— .Como ya les avanzamos, hoy realizaremos las pruebas físicas —con estas indicaciones el pabellón se llenó de nerviosismo y cuchicheos— .¡Silencio! Mantengan el orden o serán expulsadas. Van a entrar a la sala contigua en grupos de diez. Cuando las llamen, hagan el favor de presentarse rápidamente. Una vez dentro, les informarán de lo que tienen que hacer. Les recuerdo, señoritas, que estas prueban cuentan para su nota final —les advirtió con una mirada helada. Y por la forma en que el señor Talos las estaba mirando, estaba claro que esperaba mucho de cada una de ellas.
—¿Crees que tengo alguna oportunidad? —le susurró Nora a Lilah echa un manojo de nervios.
—¡Claro! Solo tienes que dar lo mejor de ti misma —la consoló. Porque aunque Alysa no quería superar esas pruebas ni formar parte de esa cosa tan misteriosa llamada proyecto Atenea, sabía que su mejor amiga necesitaba sacar la mejor puntuación posible para poder aprobar el curso.
—¡Señorita Fleen! —las asustó la voz de su profesora de historia. Nora contempló a sus compañeras un segundo y se preguntó porqué de toda la cantidad de chicas allí reunidas ella era de las primeras.
—¡Tú puedes! —la animó Alysa sujetándole las manos para infundirle valor. Nora suspiró resignada y se perdió a través de la puerta.
Alysa esperó en silencio mientras contemplaba la puerta cerrada y rezaba para que Nora lo hiciera perfecto. Entonces se distrajo cuando las voces de sus compañeras empezaron a gritar.
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AMOR,MAGIA Y ACCIÓN
RomanceLas estudiantes de La Cruz del Sur han crecido aprendiendo las artes (o desgracias) de la magia. Perfección, audacia e ingenio es lo que se espera de las hijas de los terrenis* más influyentes del planeta. Un día irrumpen diez jóvenes brillantes de...