No podía creer que porfin esto estaba apunto de pasar, había recreado este momento tantas veces en mi cabeza, pero no pensaba de verdad que alguna vez llegara a pasar. Ni siquiera cuando empezamos a salir, es decir, yo estaba muy feliz obviamente, pero yo siempre había creído que los romances de instituto no llegaban a ningún lado. Claro que quería que lo nuestro fuera la excepción, pero no me lo esperaba para nada.
Esther- ¡Ya deja de fantasear y presta atención, por dios! *Me da una colleja apartándome de mis pensamientos*
Yo- ¡Au! Eso duele. Además, tengo derecho a fantasear.
Esther- ¡¿Estas apunto de casarte y te pones a fantasear?! ¡Mira, en cualquier momento vas a tener que salir ahí, vas a tener que esperar los 5 minutos más largos de tu vida y luego va a salir la mujer de tu vida, así que ni se te ocurra quedarte empanada mirando a la nada! ¡¿Te queda claro?!
Yo- Si si, pero relájate. Además es mi boda, no la tuya. *Me cruzo de brazos e hincho los mofletes. Supongo que las costumbres no se pierden*
Esther- *Me desincha los mofletes apretando con las dos manos* Como si lo fuera.
Yo- ¿Ha venido?
Esther- *Pone cara confusa* ¿Quien de todos los asistentes?
Yo- Vamos, sabes a quien me refiero. A Meri.
Esther- *Sonrie* Obviamente. No se hiba a perder tu boda.
Yo- (Meri es una chica que conocí hace unos dos años, pero que en ese poco tiempo se había convertido en una persona muy importante para mi, siento que Lucia y yo tenemos mucho en común con ella) ¿Y Alex?
Esther- *Me coje de los hombros* Que si, ahora tranquilízate. Por si te interesa también a venido Matsui, dijo que no se perdería por nada la boda de su ship favorito.
Yo- Esa idiota no ha cambiado nada en estos 3 años *Apesar de insultarla estaba muy feliz de que mi mejor amiga de la infancia estuviera en mi boda*
Esther- Y el último retoque *Me puso unos mechones rebeldes detrás de la oreja y me dio la vuelta para que me mirara al espejo, para mi gusto hiba demasiado bien peinada* Te toca salir. Y por lo que más quieras, esta vez no te revuelvas el pelo que te conozco, siempre haces lo mismo. Tira, que a este paso saldrá antes que tu. *Me empujo hasta la puerta y me obligó a salir*
Yo- Jaja me parto. *Pongo los ojos en blanco y empiezo a caminar por mi cuenta hacia el altar. Esther se sienta y se tiene que tragar el insulto cuando ve que me paso una mano (inconscientemente) por el pelo y lo agito un poco, despeinandome, mientras saludo a la gente y sonrio a Meri, Alex e Himiko*
Ya en el altar, mientras espero al amor de mi vida, me pongo a repasar en mi mente todo lo que ha pasado en los 4 años que llevamos conociéndonos y 3 de pareja. Pensé en las risas, que hubo muchas, los lloros, que hubo unos cuantos (la mayoría de Lucia y unos cuantos míos, más que nada por mis padres) las peleas, que también hubo unas cuantas, los besos, abrazos y bastante noches divertidas 7w7 (si sabes a que me refiero). A Lucia incluso le había dejado de doler y lo hacíamos con total normalidad. Incluso habíamos probado unas cosas nuevas.
Todas las noches que dormíamos juntas, los juegos tontos, las tonterías, los sonrojos de Lucia que hacían que me derritiera, los te amo ya se habían quedado pequeños. Todas las aventuras, como la vez que fuimos al campo y nos perdimos, acabamos pasando la noche en una cueva. A ese día lo conocemos como "El día en llamas" y no por lo que vosotros pensáis, pervertidos, es por los Juegos del Hambre. Me acuerdo que Lucia temblaba como una niña pequeña y le di mi sudadera (creo que aún la tiene) como el día de la excursión en el colegio. La tube que sentar encima mío para abrazarla mejor y compartirle más mi calor corporal. Me dijo lo mismo que un día que estábamos en la cama y no se quería levantar: