Espacio Personal

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-Espacio personal.

Las palabras gruesas-y habituales- rasgaron el aire de la pequeña habitación del motel y Castiel, como siempre, se alejo sonrojado. No era tonto, el recordaba muy bien lo que Dean le repetía todo los días.

Ahora, que quisiera hacerle caso... ese era otro tema.

El silencio (oh, silencio que no es silencio) se instauró y ambos se miraron, fijamete, como siempre.

-No puedes dejarlo ir.-finalmente hablo Cas

-Lo escuchaste muy bien, todos lo escuchamos.

-Está enojado Dean. Y sabes bien por qué

-¿Lo sé? ¡Claro! Porque, como siempre, tiene que ser mi culpa

-Dean, yo no-

-No te excuses. Ibas a decir lo que todos dicen. “Ve a buscarlo”. Él ya es grande.

Castiel inspiró, intentando calmarse...¿Quién diría que algún día debería intentar hacerlo? Emociones humanas.Tan confusas...un impedimento, un simple obstáculo.

-Escuchame. Se lo que estas pensando. Pero ambos sabemos que si no estas con el, va a ser imposible salvarlo. Lucifer se lo va a comer, casi literalmente. No importan las peleas, el sigue siendo tu hermano- se acercó, observando al rubio, buscando su mirada-Siempre va a serlo.

Dean soltó una risa amarga, y volteó a ver al ángel, con un rostro adolorido, una sonrisa falsa y unos ojos sinceros, anegados en lágrimas.

-Imposible... es gracioso, ¿no? Sos vos el que me viene a hablar de “imposibles”. ¿Y que hay de tu misión? ¿Que hay de encontrar a tu supuesto padre? ¿Acerca de Dios, y toda esa habladuría? Eso es lo imposible- las palabras salían con odio, con ganas de herir a alguien, a Cass. Gesticulaba, caminaba, y se movía, para acercarse y volverse a alejar- El...Él no existe. Ya no existe. Y si lo hace, nos odia. ¿Por qué crees que esta sucediendo esto? Eres solo uno más de sus peones Cass. Pero yo, y mi hermano, nos negamos a serlo.

Por primera vez en muchos años (miles, cientos) Castiel sintió algo diferente.

Tristeza.

Y con ella, el calor de las lágrimas en su rostro.

-Él no está muerto.

-Entonces es peor: un sádico que te odia- el puño de Cass dio a parar a la mandíbula de Dean

-No sabes de lo que estas hablando. No sabes nada, no entiendes nada-el rostro del ángel,si bien seguía igual, se oscurecía- Eres solo una especie de huérfano, que no conoce el verdadero afecto, la verdadera devoción, el calor de la Fé. ¿Me hablas de peones? Das lástima, vos sos uno de ellos. Imitando a tu padre, intentando ser tan grande como tu hermano,vendiendo tu alma, rindiéndote ante los demonios. No eres valioso, no eres auténtico. Solamente sos un completo imbécil, Dean Winchester.-terminó, escupiendo las palabras con un desconocido desprecio

La gota rebalsó el vaso, y esta vez fue otro el puño que se estrelló contra un rostro (también desconocido)

Solo bastó aquel gesto para iniciar el campo de la verdadera batalla: humanos contra ángeles.

Las patadas, los gritos, los golpes, los insultos: la falencia del ser humano, la falencia del ser perfecto, todo explota.

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⏰ Última actualización: Nov 27, 2014 ⏰

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